Información No. 040
07 de marzo de 2018

 

Los becarios de la generación 32 del Centro de Escritores de Nuevo León comenzaron sus sesiones de trabajo para desarrollar sus proyectos literarios con la guía del coordinador Margarito Cuellar.

 

Alejandro David Meraz Valdez, Jesús de la Garza González, Glenda Merari Lugo Ocaña, Eduardo Pérez Espinoza y Dina Berenice Tunesi Murillo se reunieron en la sede, ubicada en la Casa de la Cultura de Nuevo León.

 

Ellos fueron seleccionados de entre 46 aspirantes a través de una convocatoria del Consejo para la Cultura y las Artes de Nuevo León (CONARTE). En la primera sesión fueron recibidos por Eva Trujillo, directora de la Casa de la Cultura de Nuevo León, quien les deseó éxito en esta etapa.

 

Los becarios se reunirán en sesiones periódicas para recibir la asesoría de Margarito Cuellar para hacer realidad sus proyectos literarios. Durante este lapso de 10 meses reciben un apoyo económico.

 

“Los proyectos son muy ambiciosos. Todos tienen el reto de desarrollar el proyecto planteado de la mejor manera. Es maravilloso ver este proceso hasta que se aprecia el producto final y lo muestran.

 

“En esta generación se acentúa la diversidad, en cuanto a la formación de los becarios. Hay una persona que estudió medicina, otro que es pintor, un graduado de letras; eso es importante a la hora que analizamos la obra, ya que tienes diversos puntos de vista que enriquecen la polémica y crítica de los textos”, apuntó el maestro Margarito Cuellar, coordinador del Centro de Escritores de Nuevo León.

 

A través de más de tres décadas este programa ha dado frutos al apoyar a jóvenes que posteriormente consolidaron trayectorias, enriqueciendo la actividad literaria en el estado y el país.

 

“Los primeros becarios son escritores ya consolidados que han producido a través de los años obra muy significativa para el país y que ahora son parte importante del panorama de la literatura Latinoamericana y del mundo, un caso representativo es David Toscana.

 

“Eso pone en alto la memoria de su fundador,  el poeta Jorge Cantú de la Garza, que en una de sus estancias en la ciudad sembró esta semilla que ha germinado, gracias al apoyo del Gobierno del Estado a través del Consejo para la Cultura y las Artes de Nuevo León y que lo han mantenido vigente”, señaló el coordinador.

 

David Meraz, Jesús de la Garza González, Dina Tunesi, Margarito Cuéllar, Merari Lugo Ocaña y Eduardo Pérez Espinoza

 

 

LOS PROYECTOS

 

 

Alejandro David Meraz Valdez
Título: Un cometa llamado Bailarina Sánchez. Seis relatos rumbo al desastre
Categoría: Narrativa / Relato – Cuento
Proyecto: Las peripecias del crítico Sixto Averno, quien dedica sus esfuerzos al rescate literario del cantor Bailarina Sánchez, arquetipo del artista genial y menospreciado en una época donde ‘ser artista representaba meterse un balazo en la cabeza’.

“Es un proyecto de narrativa, son relatos breves que parten de la historia de una antiguo cantaor de la ciudad, es una especie de poeta maldito, un personaje de ficción que auguró la caída y muchos de los problemas que estamos viviendo. Es pretexto para hablar del presente haciendo un revisión de lo que puede surgir a través de la visión de un artista”, explica el becario.

 

 

Jesús de la Garza González
Título: Jardín Cerveza
Género: Poesía
Proyecto: Será un libro de poesía que utilice las formas de diferentes géneros literarios para abordar la marginalidad, lo queer y el travestismo. La finalidad de este proyecto es hacer partícipe al lector de una experiencia de la diversidad por medio de personajes y referencias culturales variadas.

 

“Es un libro que por su forma podría considerase transgénero, aunque medularmente es poesía. En temática aborda cuestiones de género en el que forma y fondo van de la mano. Hay cuestiones de apropiación, que vendría a ser incluso un travestismo literario”, detalla Garza González.

 

Glenda Merari Lugo Ocaña
Título: Teoría de los engranajes
Género: Poesía
Proyecto: Colección de 50 a 70 poemas dispuestos en 2 apartados. Tendrá como eje temático principal las relaciones de familia desde la interacción de cuatro personajes, a través de los cuales se buscará exponer la complejidad inherente a cualquier persona que responde desde una carga biológica específica y un contexto social complejo.

 

“Tiene también cierta estructura narrativa, un hilo alrededor de las experiencias familiares. No pretendo que sean personajes estereotipados, sino que cada uno aporte a su manera y se refleje este sistema que es la familia como una unidad. Veo a cada persona como un engranaje que mueve el sistema, que es la familia. Con sus experiencias buenas o malas, cotidianas o trascendentes van dando un sentido y dirección a la familia”, ahonda Glenda Merari.

 

 

Eduardo Pérez Espinoza
Título: La soledad del cuarto round
Género: Narrativa
Proyecto: Las diversas disciplinas han llamado la atención de la gente de diversas maneras, ya sea como aficionados o como practicantes. Las historias reflejan la ambición natural de los deportistas por ganar, mostrando las circunstancias que les harán imposible llegar a ese momento. El desarrollo de los cuentos reflejará los ambientes en los cuales se desenvuelven los protagonistas y, con base en ello, el lector podrá encontrar puntos afines o discordantes con ellos.

 

“Son una serie de cuentos que tienen una relación directa con  deportistas que por alguna razón a veces no consiguen sus metas. Se plantean diferentes escenarios que no sólo tienen que ver con el ámbito deportivo, sino con lo que les rodea”, expresó Eduardo Pérez Espinoza.

 

 

Dina Berenice Tunesi Murillo
Título: Viva Las Vegas
Género: Poesía
Proyecto: Explorar las posibilidades visuales que ofrece Las Vegas mediante el bombardeo de publicidad, decoración y extravagancia para traducirlo en un lenguaje poético. Crear una atmósfera en mis versos para bosquejar imágenes nítidas y sentimentales. De esta forma el lector se verá proyectado en el libro y la ciudad, sin necesidad de visitarla.

 

“Quiero mostrar las diferentes caras de Las Vegas, no sólo la comercial, ya que es un lugar que tiene mucho que ofrecer en cuanto a imágenes y su riqueza publicitaria. Voy frecuentemente y a mis papás les gusta mucho, así que es la parte sentimental del viaje, el hecho de tener un libro y que al leerlo sientas que viajas y conoces la ciudad a través de sus páginas. Me interesa mucho quienes viven ahí; es como este círculo vicioso en que queda atrapada  la gente, es una especie de realidad-fantasía, muy interesante”, explica Dina Tunesi.