Información No. 12
22 de febrero de 2019
Bernardo y Alfonso Reyes, padre e hijo, tenían dos formas de leer la vida y la literatura, dijo Liliana Weinberg, al participar junto con Jacobo Castillo en la conferencia “Los dos Reyes: Bernardo y Alfonso. Convergencias y divergencias”, durante la primera jornada de la 40 Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería, donde Nuevo León es el Estado Invitado.
“Alfonso anota sobre su padre: Él vivía en Monterrey, yo vivía en México. Él me llevaba más de 40 años y se había formado en el romanticismo tardío de nuestra América. Él era soldado y gobernante, yo iba para literato. Nada de eso obstaba. Mientras en México mis hermanos mayores, universitarios criados en una atmósfera intelectual, sentían venir con recelo las novedades de la poesía, yo, de vacaciones en Monterrey, me encontraba a mi padre leyendo con entusiasmo los ‘Cantos de vida y esperanza’ de Rubén Darío, que acababan de aparecer”.
La ensayista e investigadora participó en el evento con el que arrancó, dentro de la FIL, la agenda del doble aniversario del Regiomontano Universal en este 2019: los 130 años de su natalicio y los 60 años de su aniversario luctuoso.
El evento se realizó en la Capilla del Palacio de Minería con la presencia de Ricardo Marcos González, presidente del Consejo para la Cultura y las Artes de Nuevo León (CONARTE); Fernando Macotela, director del evento librero de más tradición en la Ciudad de México; Melissa Segura, secretaria técnica de CONARTE; Alejandro Rodríguez, director de Desarrollo y Patrimonio Cultural del Consejo; e Inés Sáenz, Decana de la Escuela de Humanidades y Educación del Tec de Monterrey.
“Lo interesante de Bernardo Reyes es que realmente pone a Nuevo León en el siglo XX y gracias a sus iniciativas potencia una serie de cuestiones tecnológicas; se crea la Fundidora de Fierro y Acero de Monterrey, atrae empresas cerveceras de todo tipo, hace mucha obra pública y lo más interesante es que era un hombre con ideas también liberales, él abre la primera escuela para mujeres de todo el país; fue uno de los primeros en pensar que la educación no era nada más cuestión de un género, sino de dos”, comentó el presidente de CONARTE al introducir la conferencia.
Weinberg señaló que Bernardo Reyes es una figura omnipresente en la obra y las meditaciones de su hijo.
“Una presencia decisiva que marcó su vida y su vocación y que actuó al mismo tiempo como desafío para su autoconstrucción como hombre de letras. Una presencia que, si bien en algunos momentos aparece de manera declarada, en la mayoría de los casos aparece de manera velada, secreta, en clave”.
Por su parte, Castillo, profesor e investigador de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) , dijo que vale la pena entender la vida de Bernardo Reyes y todas sus facetas (guerrero, visionario, escritor, leal, represor, cancerbero), para entender al México de su tiempo.
Las actividades de la FIL continúan hasta el próximo lunes 4 de marzo.