3 de abril de 2019
Información No. 047

 

Las desigualdades del trato que recibían las monjas en la Nueva España se reflejó en obra literaria de la que no quedó testimonio. Margo Glantz, abordó el tema de manera amplia en la conferencia magistral La conquista de la escritura, que impartió ante una concurrida audiencia en el Área Tierra del Museo de Historia Mexicana.

 

El evento se desarrolló como parte de las actividades complementarias del Premio Nuevo León Alfonso Reyes, otorgado en conjunto por el Gobierno del Estado de Nuevo León -a través del Consejo para la Cultura y las Artes de Nuevo León (CONARTE)-, la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL), el Tecnológico de Monterrey, la Universidad de Monterrey (UDEM) y la Universidad Regiomontana (U-ERRE).

 

 

“Las crónicas de los conventos y los colegios de monjas fueron escritos por mujeres, sin embargo, el grueso de su escritura histórica se ha perdido, a pesar de que existieron más de 60 conventos de monjas en la Nueva España. Las razones son varias, quizás dos pueden ser las principales: los archivos de los conventos de monjas fueron destruidos en la época liberal en el siglo XIX y, además, desaparecieron como materia prima de los textos de sacerdotes y prelados al considerar la escritura de las monjas como una producción subordinada”, expuso Margo Glantz.

 

 

La ambición de monjas contemporáneas a Sor Juana Inés de la Cruz las llevó a escribir para sobrepasar el límite claustral, aspirando a convertirse en personajes públicos, contó Glantz. Sin embargo, siempre se les impusieron limitaciones.

 

“Un lugar común en esa época era distinguir a las mujeres como un ser de corto entendimiento – contó-. Fray Luis de León a este respecto escribe: ‘Así como la mujer buena y honesta, la naturaleza no la hizo para el estudio de las ciencias, ni para negocios ni dificultades, sino un solo oficio simple y doméstico, así le debilito el entendimiento y por consiguiente les tazó las palabras y las razones, han de guardar siempre la casa y el silencio’.

 

 

“Si toman al pie de la letra las indicaciones de Fray Luis de León para la mujer no debería existir diferencia entre la casa y el convento, donde se le exige claustro y silencio. La producción de la escritura femenina en esta época es ambigua y sufre los vaivenes que le imponen el dictamen de los confesores, es una actividad sospechosa y vigilada, por lo que se vuelve intermitente y, a veces, desaparecer”.

 

Margo Glantz es maestra en Letras Inglesas por la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México y doctora en Letras Hispánicas por La Sorbona, en París.

 

Fue elegida para recibir el Premio Nuevo León Alfonso Reyes por contar con una destacada trayectoria literaria, sus aportaciones en el campo intelectual y como humanista. El galardón reconoce a escritoras y escritores cuya obra constituya un aporte por su calidad literaria y se inscriba en la estela creativa y crítica del gran autor regiomontano.