23 de mayo de 2020
Información No. 90
Luis R. Garza expuso las razones detrás del filme que dirigió junto con un gran equipo de colaboradores, tras su proyección en el programa Cineteca en Casa de CONARTE
Monterrey, Nuevo León. Adán está sufriendo, la tristeza lo ahoga, su alma está destrozada por la pérdida de seres que ama. Los recuerdos le duelen, le atormentan. Necesita sanar su espíritu y se refugia en la soledad y la tranquilidad de un paraje solitario que le brinda la naturaleza.
A grandes pinceladas de esto trata la película Palomar (2017) del cineasta regiomontano Luis R. Garza, que anoche trasmitió CONARTE como parte del programa Cineteca en Casa, a través del Facebook Live.
Con las actuaciones de Oliver Cantú y Jorge Sánchez, el filme Palomar, ópera prima del Garza, filmada en el 2013 a la orilla de la Presa Cerro Prieto en Linares, Nuevo León, es un éxodo al interior de un personaje abatido por su duelo.
La película es un drama, pero también una oda a la naturaleza, sus sonidos y silencios, la cual estará disponible para apreciarse este fin de semana en el Facebook de CONARTE.
Cineteca en Casa es una iniciativa del Consejo para la Cultura y las Artes de Nuevo León para brindar a los espectadores de la Cineteca Nuevo León, y para quienes visitan las redes de CONARTE, contenido cinematográfico de calidad y una opción de entretenimiento y cultura durante los días de contingencia sanitaria y confinamiento por el COVID-19.
Después de la trasmisión del filme, Carlos García Campillo, coordinador de Programación y Acervo de la Cineteca Nuevo León estableció un diálogo con Garza.
“La idea era realizar una película muy silenciosa y contemplativa, con los escenarios que sólo una locación como la presa de Cerro Prieto, en Linares, puede ofrecer”, manifestó el director.
“Recuerdo haberle dicho a Oliver: tú no eres el protagonista, el protagonista de la película es la naturaleza, se trata de eso, de una persona interviniendo en la naturaleza, en su contexto. Me interesaba mucho esa exploración.
“Me interesaba por el deseo de este personaje de divorciarse del mundo que le rodea por el proceso que estaba atravesando, pero me atraía encontrar su lugar a través de la contemplación, el solo estar, callarte y verte en donde estás y saberte parte del lugar”, explicó Garza.
Si era el personaje quien intervenía en la naturaleza, añadió, tenía que mojarse, caminar, respirar, estar integrado, más por el contexto.
“Por eso también las tomas de los planetas, hay una toma de Júpiter, y de Marte, incluso de la Luna. Me interesaba mucho integrar todo eso, y en cuanto el sonido, es súper plano, es solo sonido ambiental y se acabó.
“Es la presencia del personaje, no como invasión, es más como comunión inevitable; es el asunto de la contemplación en el lugar en donde estás”, expresó.
Película de poco presupuesto
“Quería hacer una película con muy poco dinero, y así diseñé el guion y el estilo desde el principio, con un solo personaje, muy pocos diálogos, todo con luz natural, y planos muy largos, que era el estilo que quería explorar.
“Para hacer una película larga, no requieres mucho dinero. Se trata de la pericia que tienes para trabajar con lo que cuentas. La película que hice el año pasado me costó 8 mil pesos realizarla, sin contar el costo de la cámara y la computadora”, manifestó.
“Eso es lo que me gusta de este tipo de cine, que inspiras a otros cineastas a hacer lo que pueden con lo que tienen. El cómo quedó la película, ya es otro asunto”.
El programa Cineteca en Casa continuará el próximo viernes 29 de mayo a las 20:00 horas con la proyección de La Muñeca Tetona, de Diego Enrique Osorno y Alexandro Aldrete.
Luis R. Garza
Estudió la licenciatura en Ciencias de la Información y Comunicación en la Universidad de Monterrey (UDEM). Su cortometraje de ficción ¡Ay del amor… ciego, eterno y fantasmal! (2003) recorrió más de 10 festivales alrededor del mundo, entre ellos el segundo Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM) y el tercer Festival Internacional de Cine Pobre de Gibara, Cuba.
Su cortometraje documental Los días cortos de los años largos (2008) se presentó, entre otros festivales, en el tercer Riviera Maya Underground Film Festival (RMUFF) y en el vigésimo Festival Internacional de Cine de Ankara; y fue ganador del premio a Mejor Documental en el quinto Festival de Cine Universitario Kinoki, Ciudad de México.
Presentó su cortometraje Mar del sur (2013) en el octavo Shorts Film Festival México (SSFFM) y en el décimo primer Festival Internacional de Cine Latinoamericano de Vancouver (VLAFF por sus siglas en inglés).
Actualmente, se encuentra en etapa de postproducción de su ópera prima Palomar y trabaja en la casa productora de cine independiente Fumar es Causa de Cine, México. Su cortometraje de ficción El ingenio de la escalera (2014) formó parte de la Selección Oficial del décimo segundo FICM.