24 de junio de 2020
Información No. 117
La poeta participa en la sesión Diálogos con Autores de Nuevo León que organiza CONARTE a través de la Casa de la Cultura
Monterrey, Nuevo León. La maravilla de la poesía está íntimamente ligada a un poder que le es propio y este es que logra trascender a su entorno y realidad, afirmó ayer la poeta Carolina Olguín en la charla Diálogos con Autores de Nuevo León.
“La magia de la poesía transfigura las cosas”, manifestó durante la sesión del ciclo que se transmitió por el CONARTE y la Casa de la Cultura de Nuevo León a través de Facebook Live.
“En esto reside la maravilla de la poesía, en su poder de transfigurar las cosas. Para la realización de los poemas de mi segundo libro Canicular, en el que hablo del entorno, cuando más indagaba en la naturaleza, en las características de la flora, siempre salían asuntos ligeramente sexuales y no porque pretendiera escribir sobre sexualidad, sino porque creo que la naturaleza tiene ese toque hasta cierto punto erótico, que vas descubriendo y penetrado en sus misterios”, expresó.
En el programa, el escritor Carlos Lejaím Gómez sostuvo el diálogo con Olguín sobre su poesía contenida en sus poemarios Libro de la Vigilia y Canicular, tras la presentación de Gildardo González, coordinador de Literatura de CONARTE.
Diálogos con Autores de Nuevo León es una serie de charlas en la que escritores de la entidad se reúnen para hablar, desde su experiencia como escritores y lectores, sobre su formación, su proceso creativo y su relación con los lectores.
Libro de la Vigilia
“El Libro de la Vigilia se publica en 2014. El proceso de publicarse fue el que llevó más tiempo, implicó esperar más y el asunto de soltarlo, porque justamente algo que sucedió, es que, al ser el primer libro por publicar, había en mi proceso muchas dudas sobre este camino de convertirme en autora; implicó mucha confrontación conmigo misma, eso me llevo tiempo de asumirlo, procesarlo y de convencerme de que era necesario hacerlo”, manifestó la autora.
“Esta poesía marca una mirada poética muy interiorizada, más que un monólogo”, añadió, “los poemas plantean un diálogo conmigo misma que implicaba asuntos metafísicos, espirituales y esotéricos, en el sentido de una búsqueda de lo oculto como un proceso de autoconocimiento”.
Además, dijo, los poemas estaban cruzados por una mirada con la ciudad, que le hacía cuestionar la realidad que vivía y su propia realidad interior. Ese cuestionamiento se volvió muy fuerte, al grado que esbozó un conjunto de poemas, que luego tuvo que organizar.
“Había un flujo que estaba allí, poemas que ya tenían tiempo y estaban reposando, trabajé mucho el rimo, pero era como el afianzamiento de una primera voz poética que salía. Además, en los libros podemos tener diferentes registros poéticos”, indicó.
Canicular
“Yo sentía una deuda con mi entorno muy terrenal, porque de alguna manera el primer libro es mi mundo muy interiorizado, pero ahora quería cantarle a la tierra. Soy una persona distinta, por los años que van pasado y en esta madurez, que espero estar viviendo, yo pensaba mucho en mis padres, de la tierra donde vivieron y lo que me ensañaron sobre ella y esa parte que había estado como alejada”, manifestó la poeta.
“En estos poemas quería confrontar la realidad como yo la veo, la imagino y pienso, y confrontarla con la de otros, para ver si es cierto, si es así e indagar si la realidad es una ilusión.
“Creo que parte de mi voz, de lo que soy como persona”, puntualizó, “contiene una permanente inconformidad y la poesía es un buen medio para sacarla. Nunca intentando ser panfletaria, ni decir que tiene un corte social, pero no es una intención deliberada, está allí naturalmente”.
En esta poesía, expuso, “está la inconformidad con la sociedad, con la ciudad y con mi propio yo; en Canicular, hay una reconciliación, porque hay inconformidad, pero también un amor de esa belleza árida, difícil y canicular, que me rodea en este paisaje del noreste en el que vivo.
“Es lo que me toca vivir y lo quería plasmar en mis poemas, esa estampa llena de amor y creo que el amor implica un cuestionamiento, no el amor ciego que refleje solo lo bello, creo que eso no es posible”, manifestó Olguín.
“Creo que ese canto que traté de crear en Canicular, es un canto que agarra de la inconformidad, de lo bello y asombroso que me fui encontrando”, apuntó.
Carolina Olguín
Poeta, ensayista, editora y profesora mexicana. Estudió Letras Españolas y Educación en la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL). Editora independiente, es profesora de español para extranjeros en Grow In Spanish, imparte cursos de redacción y promueve la poesía a través de talleres y círculos de lectura.
Ha colaborado con artículos y poemas en revistas nacionales e internacionales como Tierra Adentro, El Grito, Revista de la Universidad de México, La Resolana y Página Siete (Bolivia).
Autora de los poemarios Libro de la Vigilia (Abismos Casa Editorial, 2014) y Canicular, editado por CONARTE y Mantis Editores, producto de la Convocatoria Regional de Obras y Autores del Programa de Coediciones 2018, impulsada por el Fondo Regional para la Cultura y las Artes del Noreste (FORCAN).
Obtuvo el tercer lugar en el XXX Concurso Nacional de Creación Literaria del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey en la categoría de cuento corto. Ha coordinado diversos talleres y cursos literarios, así como clubes de lectura en la Ciudad de Monterrey.
La transmisión de esta charla está disponible en la siguiente liga: