11 de julio de 2020

 

Información No. 134

 

El artista recientemente distinguido con el máximo galardón que otorga la Secretaría de Cultura a través del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura dialogó ayer con Ricardo Marcos González, presidente de CONARTE, organismo que propuso su nombre para obtener dicho premio

 

Monterrey, Nuevo León. La idea de Ruby Gámez de ver a las artes plásticas como una opción para desarrollarse en la vida fue eso, una alternativa muy natural en su desarrollo y, sin embargo, fue la danza la que terminó por jalarlo hasta dedicarle su vida entera.

 

“Mis padres eran muy bailadores, muy fiesteros y eso introyectó en mí el gusto por el baile”, manifestó ayer el bailarín y coreógrafo regiomontano en la charla Una vida en Movimiento, que transmitió CONARTE a través de Facebook Live.

 

“Yo nunca pensé dedicarme a la danza, tenía más claro dirigirme hacia las artes plásticas, en especial a la pintura o al teatro, y la danza siempre estuvo presente en mi vida, porque mis padres eran muy fiesteros, se iban a todos los centros de baile y eso me fue llevando a la danza”, expresó el notable bailarín, quien fue distinguido con el XXXIII Premio Nacional de Danza José Limón 2020, considerado la máxima condecoración que se otorga en nuestro país a personalidades que han contribuido al quehacer dancístico nacional.

 

El Maestro Ricardo Marcos, presidente de CONARTE entrevistó a Gámez sobre su vida y su trayectoria artística en un programa especial transmitido por la Institución a través de su plataforma virtual.

 

“La danza siempre la tenía presente, pero no como una profesión. Y accidentalmente todo su fue dando; yo inicié mis pininos en el baile en Canal 8 en un programa con Jesús Soltero, la gente se fue fijando en mí para pertenecer al programa y de allí empiezas a construir ciertas cosas que te van llevando a un acercamiento más profesional a la danza”, expresó Gámez.

 

La danza contemporánea, dijo, la fue descubriendo por medio de las actividades de artes que venían a Monterrey desde el Festival Internacional Cervantino.

 

“Y, posteriormente, me integré a los talleres de danza y teatro de la Universidad Regiomontana; mi primera incursión fue en el teatro y luego me llamaron para hacer un musical y de allí salté a la danza contemporánea”, explicó.

 

Su sentir sobre el premio

 

“No me lo puedo creer, estar en esta lista junto al nombre de Guillermina Bravo y otras personalidades de la danza, además de que José Limón fue un artista mexicano, que realizó una destacada trayectoria en Nueva York y California, pero no sabes hacia donde te llevará tu trabajo en la vida”, manifestó Gámez.

 

“La verdad yo no me lo esperaba, porque hay muchos compañeros de danza con mucho trabajo y una gran trayectoria, y me tocó a mí y lo agradezco mucho, sin embargo, debería haber más premios, es un gran gremio que trabaja arduamente”.

 

El premio le será entregado en el marco del Festival Internacional de Danza José Limón en cuanto se reprograme la fecha de su realización en Culiacán, Sinaloa.

 

Detrás de la trayectoria del maestro Gámez -37 años-, hay un sinfín de historias de esfuerzo. Primero, un inicio desbordado y apasionado como parte de su formación en las aulas.

 

Después, un aprendizaje fructífero con grandes exponentes de la danza nacional que compartieron su experiencia con él, como Arturo Garrido, Rossana Filomarino, Luis Arreguín, Leticia Alvarado, Jaime Blanc, Victoria Gamero, Rosa Reyna y Steve Paxton, por mencionar algunos. Especial mención a su paso por Nueva York, donde realizó estudios dancísticos gracias a una beca que le otorgara el INBAL, en aquella época.

 

Como docente, ha sido formador de nuevas generaciones de bailarines que lo han reconocido como un mentor inigualable. Algunas de las instancias en las que ha compartido su experiencia son la Escuela Superior de Música y Danza de Monterrey, la Escuela de Artes Escénicas, la Universidad Regiomontana (Taller de Danza Contemporánea) y por supuesto la Academia de la Danza Mexicana en la Ciudad de México.

 

Varias han sido las agrupaciones en las que el creador regiomontano ha montado coreografías.

 

Entre ellas están Teoría de la Gravedad, Paralelo 32, Núcleo-Danza y Módulo. Pero han sido las compañías Arte Móvil-Danza Clan y Mezquite, en las cuales ha legado gran parte de su talento.

 

Entre sus piezas se encuentran La ciudad de las luces, Ballet mecánico, El tiempo perforado, Emigrantes, Corpus Aeternum, Eclipse, Luna, Puntos de vista y Mutación, por mencionar algunas.

 

La transmisión de la charla se puede ver en la siguiente liga: