23 de agosto de 2020

 

Información No. 173

 

Saskia Juárez y Jesús Mario Lozano, dos de los artistas nuevoleoneses con una trayectoria relevante comparten en el ciclo Diálogos con Creadores sus experiencias durante este confinamiento

 

Monterrey, Nuevo León. La pandemia del COVID-19 ha enseñado también a celebrar la vida, coincidieron la artista plástica Saskia Juárez y el cineasta Jesús Mario Lozano en su participación en el programa Diálogos con los Creadores, transmitida por el CONARTE a través de Facebook Live.

 

“En ese confinamiento he pintado como loca, no quiero que nada me detenga, creo que debemos tener una postura optimista ante las cosas y tratar que los jóvenes no se angustien tanto, porque esta situación les ha pegado muy duro a los niños y jóvenes”, manifestó Juárez.

 

Por su parte, Jesús Mario Lozano dijo que esta pandemia ha sido un punto de quiebre que ha impactado al mundo que se conocía hasta entonces.

 

“Lo que ahora es más urgente es pensar lo que nos deja de enseñanza esta situación, trabajar y celebrar la vida y que uno sigue aquí y saber que los tiempos que antes teníamos de certeros son vulnerables y da miedo, pero también se abre un horizonte interior que se refleja en lo que estoy escribiendo y editando, como que los valores cambiaron, cosas que antes eran muy importantes, incluso las historias y las preocupaciones, ahora ya no lo son”, expresó.

 

La charla fue moderada por el maestro Jorge García Murillo, director del Centro de las Artes, en un espacio virtual para que los creadores de hablen de sus procesos creativos y sus obras en el contexto de la pandemia del COVID-19.

 

Su trabajo creativo en el confinamiento

 

“En mi caso ha sido simple, porque yo estoy muy acostumbrada a estar en casa, aquí tengo mi estudio y estoy pintando mucho; aquí tengo mi vida, estoy de una forma natural trabajando”, explicó Juárez.

 

“Lo que sí extraño mucho es el contacto con la gente que quiero, con la familia y lo suplo con trabajo, he pintado como loca. No soy muy sociable, pero sí siento que me falta el contacto con la gente.

 

“De alguna manera, esto te lleva a una introspección. He hecho una pausa para pensar lo que sigue, trabajo mucho en proyectos cortos, entonces es como fijarte metas para hacer las cosas y ahora limpié mi estudio, y lo siento tan despejado y como un espacio nuevo y esto me ha motivado a trabajar”, expresó la pintora nuevoleonesa.

 

En estos momentos, agregó, tiene la necesidad de salir, aunque no sea a un lugar cercano, a un sitio donde se sienta protegida, igualmente.

 

“Voy a ver si puedo hacerlo este fin de semana e ir al campo que es más seguro. No tengo que irme muy lejos, pues estamos rodeados y enriquecidos de formas. Sin embargo, soy más vulnerable que los jóvenes y eso te lleva a pensar en tus prioridades”, apuntó.

 

Lozano, por su parte, también señaló que, aunque de forma natural se aísla de su entorno inmediato, este parón ha significado un momento de reflexión más intenso.

 

“Hay una parte mí que se enteró tarde que el confinamiento era generalizado, porque normalmente lo que busco es confinarme, pero ahora sí se volvió una pausa radical y al ver que amigos y la sociedad en general también se detenía, se ha vuelto un momento asombroso y preocupante que me ha hecho sentir más que nunca el impulso y la necesidad de querer salir, cuando en general nunca salgo.

 

“Por mi parte, me he puesto a pensar todo lo que está pasando, como que ya sabía de una posible pandemia por el tema ecológico, uno lo ve y lo vive, pero de pronto el hecho que se detengan los procesos del mundo como los conocemos me han llevado a pensar las temáticas”, expuso, “creo que es un cambio muy radical que seguramente con el tiempo vamos a poder pensarlo y analizarlo”.

 

Fuego adentro

 

“Estuve trabajando el proceso de una película llamada Fuego Adentro, que realicé con la artista Ruth Smith, fueron varios años de conseguir financiamiento, hacer rodaje, la posproducción. Y, ¿cuándo está lista? Exactamente ahora, cuando los cines están cerrados”, manifestó el artista.

 

“Y es algo que tiene algo de generacional, mi primera película fue en 35 milímetros, luego fue digital, pero todavía había la aspiración del ritual de la proyección en cine, donde era la emoción de ver a los espectadores cómo aplaudían o se salían de la sala, pero como quiera había una relación cercana y especial”, señaló.

 

“Y bueno, ahora tenemos esta película, y debemos encontrar cómo va a llegar a su espectador. Yo quiero que esté en la sala, entonces hay que guardarla, porque creo que en algún momento podremos exhibirla en los cines”, advirtió.

 

La charla puede ser vista y escuchada en el siguiente enlace: