10 de septiembre de 2020

 

Información No. 192

 

Expone Luis Enrique Gutiérrez Ortiz Monasterio, LEGOM, cómo el trabajo escénico vale la pena para ponerle cara a la sociedad la cual da motivos para expresar irritación

 

Monterrey, Nuevo León. “El teatro de reflexión y transformación viene de la indignación”, manifestó el destacado dramaturgo Luis Enrique Gutiérrez Ortiz Monasterio, LEGOM, en su conferencia Drama y epidemias, que dictó dentro del ciclo Hablando de la Escena transmitido por CONARTE a través de la plataforma virtual Zoom.

 

“El teatro que realmente vale la pena, que se le pone de cara a la sociedad parte de la indignación. Lo primero es estar indignado y siempre hay motivos para estarlo en esta sociedad, lo que van cambiando son los motivos”, apuntó.

 

“Hasta que hay una exigencia del público diferente o las herramientas técnicas se empaten con este público, y se puedan proponer otras cosas y este las acepte se afectarán las estructuras de lo que hacemos”, señaló.

 

Hablando de la Escena está conformado por una serie de conferencias impartidas por personalidades del teatro, la danza y la música.

 

El teatro y el COVID-19

 

“La pandemia del COVID -19 acelerará en el teatro ciertas cosas que iban a pasar y los cambios técnicos y las posibilidades técnicas que tenemos para hacer teatro”, manifestó LEGOM.

 

El teatro y la violencia

 

“Las estructuras del teatro no creo que las cambie la violencia explícita o porque que haya muertos en la calle. La guerra contra el narcotráfico, es una guerra de generaciones, contra la juventud. Los muertos tienen entre 15 y 35 años, lo que están exterminando es una generación, no el consumo de las drogas. Además, esta guerra ya estaba desde antes”, expresó.

 

“Por ejemplo, la violencia que hay en el teatro isabelino, que es terrible, no viene de la violencia implícita o del entorno; la violencia en la dramaturgia isabelina viene de lo que estaban leyendo los actores efectistas italianos en esa época, les gustaban esas historias de exceso y de sangre”, dijo.

 

Los riesgos de la inmediatez

 

“Los riesgos de la inmediatez son muchos. Sin embargo, mucho del teatro que he hecho es inmediato. Es padrísimo, me encanta, pero a los pocos meses no sirve para nada, no tiene sentido”, argumentó el teatrista.

 

“Uno de los principios del arte occidental es la universalidad. Escribir para algo que es tema más allá de la individualidad, de tu enrono y tiempo. La esperanza de cualquier autor es ser recordado y que sus obras se sigan montando años después de se escriben”, manifestó.

 

“Esa parte de lo inmediato que le da el actor a la escena es la que la hace posible, pero, por otra parte, es la que la condena a no cumplir cabalmente con la idea de la universalidad, de la estética occidental”, expresó.

 

“Muerto el actor queda un registro, ahora con el apoyo del video, de algo parecido a lo que fue el actor sobre la escena, pero todo lo que dijo se pierde en el tiempo, en el instante y no pasa nada. Pero el dramaturgo tiene la posibilidad dejar sus obras para la posteridad”, indicó. Para participar en este ciclo de CONARTE, quienes se interesen en el tema, deberán ingresar a tiendaconarte.org.mx y solicitar unirse a la reunión que es sin costo.