29 de octubre de 2020

 

Información No. 230

 

Entrará a escena elenco encabezado por el primer actor Gerardo Dávila con la dirección de Emanuel Anguiano, en una adaptación del clásico de William Shakespeare hecha por el dramaturgo David Olguín

 

Las funciones serán el 31 de octubre y 1 de noviembre, a las 18:00 horas, a elección del público presencial o en línea; la obra podrá ser vista en línea con acceso disponible a través de la Tienda CONARTE

 

Monterrey, Nuevo León. En un acto de resiliencia ante la pandemia del COVID-19, la producción de Teatro Nuevo León de CONARTE de El Mercader de Venecia hará volver al público pisar de nuevo la Gran Sala del Teatro de la Ciudad, este sábado 31 y domingo 1 de noviembre, a las 18:00 horas.

 

El arte escénico presentado en gran formato regresa de la mano de William Shakespeare con la historia de Porcia, quien se debate en un mundo machista, el que aún hoy persiste, lo que la hace aún más vigente, en una puesta en escena bajo la dirección de Emanuel Anguiano y encabezando el reparto el gran actor Gerardo Dávila.

 

Como tercera producción del programa Teatro Nuevo León de CONARTE, el consejo consultivo eligió El Mercader de Venecia; la propuesta es con una adaptación del texto del dramaturgo David Olguín.

 

“La razón de la elección no es difícil de entender; una obra clásica que toca muchas fibras respecto a las relaciones de género y la religión”, señala Ricardo Marcos, presidente de CONARTE.

 

Porcia se erige como un puntal clave de la trama; en una época en donde no se esperaría ver una mujer de acción -mucho menos jurista- en escena, expuso el funcionario cultural.

 

“Quizás a ojos del público del siglo 21 ciertos momentos de la obra puedan parecer incómodos o poco aptos en un entorno liberal o democrático: el hecho de que Shylock, el prestamista, tenga que abjurar de su religión judía para salvar la mitad de sus bienes y su vida. Hay que entender que para la época Isabelina en que fue escrita la obra este desenlace posiblemente haya sido sorpresivo y conciliatorio.

 

“Por eso es importante tomar las obras en el contexto de los tiempos y sería absurdo el tratar de considerarla – quizás inconscientemente – como si hubiera sido escrita ayer”.

 

El teatro es un medio poderoso, afirmó, pero también caduca pronto.

 

“Hace un año veíamos El Gesticulador y reconocíamos ciertos elementos que ya no apelan a la conciencia de hoy día; pero como todo buen teatro los elementos universales no caducan y a través de una buena lectura y propuesta escénica de parte de los directores y productores se pueden subrayar elementos que siguen haciendo eco al público actual”, argumentó.

 

Teatro Nuevo León fue concebido para poder disfrutar de puestas en escena a gran escala y que rescate el gran repertorio clásico y del siglo 20.

 

“No podemos saber tampoco de dónde surgen nuestros ideales de hoy sin conocer un poco por dónde han pasado todos esos cuestionamientos de género, de derechos humanos, de libertad. Espero que en este tiempo de COVID-19 esta producción, represente un solaz a la complejidad de esta época. Reconozcamos el trabajo de artistas comprometidos de Nuevo León que han trabajado con gran entrega en este proyecto. El teatro regresa a escena una vez más, resiliente”.

 

Las funciones, ambos días, 31 de octubre y 1 de noviembre, serán a las 18:00 horas, a elección del público presencial o en línea; la obra podrá ser vista en línea con acceso disponible a través de la Tienda CONARTE. El costo en el formato presencial es de 100 pesos, adquiribles a través de Ticketmaster y de 50 pesos en formato en línea.

 

Teatro reconfigurado

 

Teatro de Nuevo León ha sido un proyecto que CONARTE ha empujado en esta administración, advirtió Ricardo Marcos González, presidente del organismo, quien presentó la puesta de El Mercader de Venecia.

 

“Lo vemos esto con mucho interés sobre todo porque nos interesa el regreso del teatro de gran formato, desde la estructura del organismo cultural público del Estado y esto nos ha permitido tener una serie de experiencias muy ricas en todos los sentidos.

 

“Nos ha mostrado también que no es sencillo conciliar talentos, pensamientos, pero también debo decir que en los años que llevamos haciendo el proyecto, finalmente los resultados, sobre todo el entusiasmo del público que ha asistido a las propuestas, es lo que nos ha motivado a seguir adelante”, expuso en línea.

 

Este año, dijo, se vive pandemia inusitada, ha cambiado las configuraciones de los seres humanos en muchos aspectos, lo que ha representado un reto importante.

 

“De alguna forma nos hemos obstinado porque pueda seguir su camino Teatro Nuevo León, es cierto que la pandemia nos va a provocar volverlo pensar quizás para el 2021, pero con la total confianza de que debe haber producciones de teatro de gran formato que nos permitan también el abordaje de las grandes obras de maestros de la historia a través de otras perspectivas, finamente a través del talento que tienen nuestros directores, actores y productores de Nuevo León”, mencionó.

 

Equilibrio entre lo femenino y masculino

 

Los integrantes del Consejo Consultivo de Teatro Nuevo León coincidieron en que sería bueno traer a Monterrey la puesta en escena del El Mercader de Venecia, ya que pocas veces se lleva a cabo, explicó Francisco De Luna, uno de sus integrantes.

 

“Es una obra donde nosotros vimos justamente un equilibro entre los universos masculino y femenino; vimos también esa necesidad de la apariencia que tiene la condición humana, vimos que era un momento importante en la historia, antes de saber que íbamos de entrar a una pandemia, que era importante empoderar eso, darnos cuenta de que la condición humana iba hacia allá, y que temas tan poderosos como este de Shakespeare nos reflejan y nos han reflejado a través de los años”, explicó en su turno en la rueda de prensa realizada hoy en el Teatro de la Ciudad.

 

El interés, mencionó, es el de traer un texto clásico, en este caso una adaptación del maestro David Olguín, que garantice una visión moderna, una visión más urbana.

 

Temas universales

 

“El Mercader de Venecia es una de las obras más polémicas de Shakespeare. Algo que resuena conmigo, con Carmen Alonso como productora, y con el equipo de trabajo; hay un acento particular en el tema de la intolerancia y la desigualdad en el mundo. Es algo que es vigente, universal y que sigue pertinente hasta el día de hoy. Incluso antes de la pandemia, que fue cuando se seleccionó el proyecto, es un tema que resuena: el decir cómo las relaciones humanas en una sociedad fragmentada, permite toda serie de vejaciones, o de malentendidos que van escalando hacia situaciones que ya no tiene solución”, explicó Emanuel Anguiano, director de la puesta.

 

Esos temas humanos, agregó, profundamente sensibles a lo que se vive hoy es algo que motivó al equipo a plantear un concepto de puesta en escena que acentuara, que subrayara esos elementos.

 

“Ahorita en tiempos de pandemia, de confinamiento y donde el arte se ha visto afectado en cierta media en nuestros procesos, creo que la obra cobra un sentido mucho más valioso, porque este miedo al contagio, que se traduce en un miedo al otro, al contacto físico, es también un miedo a nivel ideológico, y eso lo que estamos acentuando en la puesta en escena; es decir cómo los personajes tienen diferencias irreconciliables, y por situaciones que pueden ser accidentales, pero también por una construcción social que los ha llevado a discriminarse o a odiarse terminan en  situaciones muy complicadas”, indicó Anguiano.

 

Sinopsis

 

Una de las más famosas y polémicas obras de William Shakespeare, también una de las más representadas en la dramaturgia del autor isabelino. Considerada por el ensayista Harold Bloom como una comedia equívoca, aquí es llevada al escenario a partir de la magnífica traducción y adaptación del maestro David Olguín.

 

El Mercader de Venecia se estructura en torno a una doble trama, entrelazando un mundo idílico representado por Porcia -una dama noble obligada a contraer nupcias a partir de un peculiar protocolo- y el mundo despiadado de los negocios y usuras, cargado de intolerancia y discriminación.

 

La anécdota es bien conocida: Shylock, un judío constantemente humillado y agredido por su condición de extranjero y usurero, accede a prestar 3,000 ducados al mercader Antonio, su enemigo y principal victimario.

 

La condición es simple: si Antonio incumple el pago de los ducados en el plazo convenido, deberá ceder una libra de carne de su cuerpo, cortada y extraída por el propio Shylock.

 

Por su parte, Porcia se nos revela como uno de los personajes femeninos más ricos y complejos en la dramaturgia shakesperiana.

 

Es a través de su mirada, sus acciones y decisiones que descubrimos un mundo en el que impera el odio y el rechazo a todo lo que es diferente, un mundo que lamentablemente sigue vigente y por lo cual podemos decir, parafraseando al gran ensayista polaco Jan Kott: “Shakespeare es nuestro contemporáneo”.

 

La obra es además una revisión desencantada y agridulce del amor idílico, a fin de cuentas, una comedia con tintes trágicos, pero principalmente un duro comentario sobre la intolerancia y la desigualdad en el mundo.

 

En estos tiempos de confinamiento, el miedo al contagio se traduce en un miedo al otro. Un miedo que inhibe cualquier posibilidad de empatía.

 

Reparto

 

Gerardo Dávila: Shylock, judío y prestamista

 

Yesica Silva: Porcia, rica heredera

 

Antonio Cravioto: Antonio, mercader de Venecia

 

Gerardo Villarreal: Basanio, amigo de Antonio

 

Eva Sofía Tamez: Jéssica, hija de Shylock

 

Oliver Cantú: Lorenzo, amante de Jéssica, sirviente, carcelero, guardia

 

Mónica Muruato: Nerissa, sirvienta de Porcia

 

Jorge Paz: Salarino, financiero, guardia

 

Tere Medellín: El Dux

 

Calixto Valdés: Príncipe de Marruecos, guardia

 

Equipo creativo

 

Productora ejecutiva: Carmen Alonso

 

Diseño de escenografía, vestuario, iluminación, utilería y coreografía: Raúl Castillo

 

Escenofonía: César González / Javier Hernández

 

Diseño de multimedia: Jonathan Machado

 

Diseño de imagen: Yesenia Guevara

 

Asistente de dirección: Laura Fernanda

 

Asistente de producción: Niza Vela

 

Stage manager: José Cristerna / Jorge Peredo E.