19 de abril de 2021
Información No. 68
Monterrey, Nuevo León. Para entender el movimiento artístico planteado por la Generación de la Ruptura, iniciado en el país en la década de los 50, el escritor Octavio Paz hace mención de lo que llama “doble faz de la modernidad, por un lado es la ruptura, pero por otro es la restauración”, manifestó la doctora Diana Vallines, catedrática de la Universidad Autónoma de Nuevo León en su participación en la cátedra Estética de la Ruptura, historiografía del arte mexicano postmuralismo, Cátedras Manuel Felguérez, ofrecida en forma presencial en el Centro de las Artes y transmitida también por CONARTE a través de Facebook.
“Y esto lo vamos ver de una manera muy tangible en la obra del Maestro Manuel Felguérez; después de un tiempo bastante figurativo como lo fue el movimiento muralista, y la escuela de caballete de pintura de los contemporáneos, donde empiezan a buscar nuevos discursos, pero que se sigue haciendo un trabajo muy figurativo, este grupo de pintores de la Generación de la Ruptura empieza a experimentar con la abstracción”, expresó.
La Dra. Diana Vallines, estuvo acompañada en esta charla por el Dr. Eduardo Oliva Abarca, también catedrático de la Universidad Autónoma de Nuevo León. La actividad se realizó como una actividad en torno a la magna exposición Manuel Felguérez, Una experiencia creativa, que se exhibe en la Sala Principal de la Nave Dos del Centro de las Artes.
Este programa de cátedras con académicos de CONARTE tiene como propósito tomar como base las exposiciones del Centro de las Artes para generar conocimiento artístico.
“Como una característica muy importante de este conjunto de artistas de la Generación de la Ruptura, podemos mencionar un quiebre interpretativo. Esta generación de pintores que va a empezar a desarrollarse vamos ver que, aunque se conoce como la Ruptura, sobre todo, como lo mencionan Octavio Paz y Juan García Ponce, querían ubicar con un rompimiento, que aunque fuese ruptura, provocará una continuidad”, indicó Vallines.
“Ponce hace mención que para él los artistas contemporáneos sí eran conscientes de la historia y del proceso artístico de su País, y eso les permitía continuar con otras búsquedas, en ese sentido la ruptura se plantea”, señaló.
“En este quiebre interpretativo, con la búsqueda de nuevas figuraciones o nuevas corporalidades, lo vemos en el trabajo de José Luis Cuevas y de muchos más artistas de esta generación”.
Entonces, explicó, lo que se obtiene dentro de la misma plástica es una diversidad de estilos, de experimentación, de tendencias y sobre todo una fuerte defensa a la libertad creativa.
“La idea está enfocada hacia la plástica, porque como veníamos de un movimiento muralista, donde los valores plásticos sí se planteaban, pero a la par, en algún momento empiezan a pesar los valores políticos o sociales, ellos quieran esta individualidad de la plástica, y esta búsqueda va a apelar a esta defensa creativa”, abundó.
El Doctor Eduardo Oliva Abarca, dijo que una característica esencial de esta que generación de artistas es que hay una búsqueda de nuevos valores estéticos.
“En este caso, formas alternativas de figuración, sería muy sencillo decir que hay influencias cubistas, o de informalismo abstracto en este tipo de piezas; realmente esta generación de artistas estuvo buscando un nuevo lenguaje, por medio del cual expresar sus inquietudes, que no eran solo políticas y juveniles, sino de carácter específicamente estético”, mencionó.
“Fue preguntarse y explorar cómo captamos la realidad, cómo podemos aproximarnos a aquello que percibimos a través de los sentidos, el intelecto, etcétera; entonces este fue, a mi parecer, uno de los elementos más llamativos de esta generación, que buscaba formas alternativas de figuración, tendía a rehuir los caracteres figurativos más concretos del muralismo y la pintura de caballete, y tendía a una búsqueda a partir de la abstracción de lo concreto, para llegar a lo esencial”.
La exposición Manuel Felguérez, Una experiencia creativa está conformada con una selección de obras abarca casi toda la vida productiva del artista con 56 piezas. Las más antiguas datan de 1973 y forman parte del cuerpo de obra de lo que fue “La Máquina estética”, un proyecto en el que Felguérez desarrolló un programa en una computadora pionera para crear composiciones aleatorias de figuras geométricas que luego él convertía en pinturas y esculturas.
La muestra permanecerá en exhibición en el Centro de las Artes de CONARTE hasta el 1 de mayo de 2021.