26 de mayo de 2021

 

Información No. 100

 

Monterrey, Nuevo León. El arte, sin duda, es un medio para visualizar, concientizar, detonar la reflexión y la acción de la ciudadanía sobre temas esenciales como la seguridad alimentaria, aprendizaje, ciencia y cuidado del medio ambiente.

Ariadna Ramonetti, investigadora y académica.

 

Ello se volvió a subrayar en el diálogo Cartografías para experimentar y movilizar, con la participación de Ariadna Ramonetti, editora de Islario, curadora e investigadora y Cinthia Mendonça, directora de Silo – Arte e Latitude Rural, artista e investigadora.

 

Dicho diálogo se realizó ayer por la tarde en el Lab Cultural Ciudadano, LABNL, que tiene su sede en el Antiguo Palacio Federal. 

 

Ariadna Ramonetti habló sobre su proyecto editorial Islario, una publicación realizada desde la autogestión en México para divulgar procesos relacionados con el despojo de agua, tierra y territorios que cotidianamente sufren diversas comunidades en América Latina y el Caribe.  

 

Y Cinthia Mendonça, conectada por Zoom, platicó sobre Silo, un laboratorio de experimentación e innovación en Brasil que crea, acoge y difunde el arte, la ciencia, la tecnología y la agroecología en áreas rurales, periféricas y de preservación ambiental, fomentando el cruce entre técnicas intuitivas y conocimiento científico.  

 

“Comencé a publicar Islario en 2016 mientras me encontraba en campo en San Salvador Atenco. Es una publicación anual, sin fines de lucro que busca visibilizar desde las artes visuales, la etnografía, el periodismo de investigación y los estudios patrimoniales diversos procesos neocoloniales de extracción de bienes naturales y culturales que impactan a las comunidades que los padecen a niveles muy distintos partir de la experiencia que había yo vivido en Atenco”, manifestó Ramonetti. 

 

Uno de los objetivos, agregó la investigadora, es desentrañar qué es lo que motiva a las corporaciones transnacionales y a los Estados Nación, a arrebatar a pueblos enteros la identidad, la propiedad individual y colectiva, la cultura, los espacios rituales y de esparcimiento y por supuesto, los medios más básicos de subsistencia, tanto de comunidades rurales, como metropolitanas cuando se concreta un proceso de despojo y una de sus consecuencias: El desalojo forzado de las comunidades.

 

En este sentido, señaló, el objetivo de Islario no es solo la divulgación de conflictos sociales atravesados por el despojo de agua, tierra y territorios.

 

También busca forjar un archivo de cara al futuro que contribuya a discutir otras nociones derivadas de dichos conflictos, como puede ser el colonialismo interno, la migración, la marginación, la violencia económica y el papel que juega el arte contemporáneo, así como el patrimonio material e inmaterial en la construcción de discursos identitarios oficiales y no oficiales.

 

A la fecha se han publicado cuatro números de Islario; el más reciente publicado en 2019 es una edición especial sobre la relación entre el arte y la ecología con la participación de ensayistas internacionales. 

 

Silo – Arte e Latitude Rural 

 

Cinthia Mendonça habló de lo que es Silo – Arte e Latitude Rural. 

Cinthia Mendonca, investigadora brasileña.

 

“En este espacio hacemos prácticas que nos hacen reflexionar sobre la acción del arte y las prácticas culturales en el mundo y sobre las áreas de pensamiento y acción. Lo que deseamos hacer es mezclar y promover el intercambio y la participación de gentes de muchas artes distintas”, expresó.

 

“Silo está ubicado en un área de protección ambiental entre las fronteras de los Estados de Minas Gerais, Rio de Janeiro y Sao Pablo, Brasil y la historia de este lugar es muy interesante, pues era un espacio de explotación de carbón, madera, y plantaciones de café y con los años este lugar empezó a ser protegido porque la comunidad local, preocupada por la manutención de las aguas y arroyos y la explotación masiva quiso crear esta zona de protección y funciona a partir de una práctica comunal”.

 

Silo – Arte e Latitude Rural, explicó, es una organización de la sociedad civil dedicada a crear, albergar y difundir arte, ciencia y tecnología en comunidades rurales, periféricas y de preservación ambiental a través de experiencias inmersivas y prácticas transdisciplinarias como residencias artísticas y laboratorios de experimentación e innovación.

 

“El edificio del antiguo Top Clube Agulhas Negras fue construido en la década de 1950 para ser casino, más tarde se convirtió en albergue y luego fue utilizado por la comunidad de Serrinha do Alambari para celebrar sus fiestas tradicionales. Después de estar cerrada durante unos 30 años, mediante un comodato, se convirtió en sede de Silo, espacio donde se realizan actividades artísticas y culturales, talleres y los Laboratorios de Experimentación e Innovación”, expuso. 

 

El objetivo de los labs es crear intercambio entre los saberes populares artísticos y científicos para crear soluciones para los problemas que enfrentan las periferias y el campo, alineadas a los objetivos del desarrollo sostenible establecidos por la ONU, incentivando la cultura local y contribuyendo a la prosperidad de las comunidades. 

 

Todo lo sólido (se desvanece en el aire) 

 

Extractivismo y necropaisaje en el Noreste de México 

 

Previa a esta charla se realizó un círculo de reflexión en relación a las montañas de Monterrey y el extractivismo como parte del paisaje de la ciudad. 

 

Dicha charla la ofreció Ariadna Ramonetti, editora de Islario, quien ofreció una reflexión y entabló un diálogo con los asistentes sobre el tema las pedreras y el deterioro del paisaje natural del noreste mexicano. 

 

“Desde principios del siglo 20, las laderas de las diversas cadenas montañosas que surcan el estado de Nuevo León han estado a merced de la extracción de materiales pétreos para la producción de cemento y concreto premezclado (hormigón) a escala internacional por parte de grandes corporaciones empresariales originarias de Monterrey que han establecido una economía geológica basada en la apropiación, mercantilización y depredación de bienes ambientales comunes imposibles de regenerar”, manifestó la investigadora.

 

“Inicié un proyecto con el artista visual Oswaldo Ruiz que tiene una serie fotográfica titulada Todo lo sólido (se desvanece en el aire), sobre el deterioro provocado por las pedreras de piedra caliza, yo acompaño su investigación fotográfica con la parte discursiva y teórica al respecto de este problema”, expresó. 

 

“La idea es visualizar, la gente ya es consiente, pero deseo que nos comparta su experiencia con el paisaje regiomontano; a Monterey se le considera como la ciudad de las montañas y por otra parte las estamos destruyendo, no se les cuida como es debido y la gente no es consciente de este cuidado, debido a que se ha acostumbrado a ver este paisaje dañado, roto por la extracción”. 

 

Y no solo es daño visual y fisco a las montañas, mencionó, también la contaminación y las detonaciones en las noches y todo este daño que se va causando a la salud humana. 

 

Ariadna Ramonetti Liceaga 

 

Candidata a Investigadora Nacional, Sistema Nacional de Investigadores, CONACYT, México.

 

Es Doctora en Antropología Social por parte del Departamento de Ciencias Sociales y Políticas de la Universidad Iberoamericana; especialista en Teoría Poscolonial y Decolonial por el Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO)- CES-Portugal y profesora-investigadora de tiempo completo en la Escuela de Arte y Diseño de la Universidad de Monterrey (UDEM).

 

Su investigación actual se centra en la relación entre estética, política, y extractivismo en zonas periurbanas de México. Desde 2016 edita la revista Islario, una autopublicación impresa anual sin fines de lucro que busca divulgar desde el arte, las Ciencias Sociales y el periodismo de investigación procesos relacionados al despojo de agua, tierra y territorios que sufren diversas comunidades en México. 

 

Cinthia Mendonça 

 

Directora de Silo – Arte e Latitude Rural és artista e investigadora. Maestra en Artes Visuales en la Escuela de Bellas Artes de la UFRJ y Doctora en Prácticas Artísticas Contemporáneas en la UERJ, ha sido una observadora de objetos técnicos y está interesada en el diálogo entre arte y ciencia. Hace parte del equipo de LABIC/SEGIB donde actúa como tutora y es colaboradora de MediaLab Prado, Madrid. 

 

Video de la transmisión por Facebook: