21 de junio de 2021
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Integrantes del Comité Técnico del Fideicomiso para la Conservación del Patrimonio Cultural anunciaron el arranque de las labores en el céntrico sitio de Madero y Pino Suárez
Entre otros elementos, el proyecto ejecutivo incluye la propuesta de intervención del bien inmueble en su dimensión estructural y de acabados pétreos, así como de sus esculturas de metal
Monterrey, Nuevo León. El Arco de la Independencia, uno de los monumentos más emblemáticos de la capital nuevoleonesa, inició ya el proceso con el que se busca contribuir a su permanencia como un bien inmueble con los trabajos para la elaboración del proyecto ejecutivo de su restauración.
Uno de los proyectos ingresados por el Municipio de Monterrey en la emisión 2020 de la convocatoria de FIDECULTURAL y autorizados por el Comité Técnico del Fideicomiso para la Conservación del Patrimonio Cultural fue la elaboración del proyecto ejecutivo para el Arco de la Independencia.
Sobre este proyecto, integrantes de dicho Comité Técnico hicieron hoy una presentación desde el Lab Cultural Ciudadano, encabezada por el Maestro Ricardo Marcos González, presidente del Consejo para la Cultura y las Artes de Nuevo León, CONARTE, a la que también asistieron la Doctora Melissa Segura González, Secretaria Técnica de este organismo; Alejandro Rodríguez Rodríguez, Director de Desarrollo y Patrimonio Cultural de CONARTE; Ana Cristina Mancillas, Coordinadora de Patrimonio Cultural de CONARTE; Luis Nevárez, Director de Cultura del Municipio de Monterrey y la responsable del proyecto, la Maestra Ingrid Jiménez.
“Hasta hace un tiempo la labor de la restauración del patrimonio cultural en nuestro Estado estaba muy ligada a la voluntad política de los municipios o del Ejecutivo, pero esto se daba de una forma esporádica y en muchas ocasiones era reactiva. El patrimonio de pronto se deterioraba y entonces, como ya estaba a punto de caerse había que atenderlo”, explicó Marcos González.
Así ha pasado a lo largo de la historia de Nuevo León con iglesias, monumentos, esculturas, incluso con obras de arte como pinturas y/o murales, mencionó el funcionario cultural.
Esto no es una actitud privativa de Nuevo León, añadió, pues es la conservación del patrimonio es una asignatura pendiente en todo el País, no obstante, ha habido comunidades más avanzadas en dicha tarea, incluso habían llegado a un grado de organización para tener ciertos protocolos o instrumentos que apoyaban en la restauración; como Guadalajara, Jalisco.
Guadalajara sirvió, dijo, de estudio preliminar cuando iniciaron, junto con la iniciativa privada, encabezada por Carmen Junco, de tener un instrumento como FIDECULTURAL.
“Afortunadamente se unió tanto la ciudadanía como el Ejecutivo y en este caso CONARTE, que me parece es el órgano en el cual debe de recaer la rectoría de la conservación del patrimonio cultural y estas iniciativas.
“La realidad es que, a lo largo de los años, el INAH no podía satisfacer todas estas posibilidades, dado que se trata de una dependencia federal que tiene muchas ramificaciones a nivel nacional y por lo tanto los recursos llegan a cuentagotas. Y por otro lado los municipios, me parece que tampoco tenían esta vocación y en algunos casos la voluntad para llevar a cabo procesos colegiados de restauración como debe ser”, indicó Marcos González.
Con la creación de FIDECULTURAL, apuntó, se abrió la puerta a cambiar un poco la perspectiva de lo que se consideraba respecto a la restauración y conservación del patrimonio cultural.
Y una vez que el Estado asume esta rectoría, es entonces que los municipios comienzan a darse cuenta de este potencial.
“Debo reconocer que uno de los municipios que inmediatamente se sumaron colaborar fue el Municipio de Monterrey. Además, es uno de los municipios en el cual tenemos algunos de los monumentos más importantes que tiene el estado de Nuevo León. A mí me da mucho gusto que el día de hoy estemos anunciando el comienzo del proceso que nos va a llevar a tener un proyecto ejecutivo de restauración del Arco de la Independencia, monumento que fue construido en la época del General Bernardo Reyes y que es una de las épocas que ha arrojado algo del patrimonio cultural más vistoso y entrañable que tiene nuestro estado”, expresó el presidente de CONARTE que encabeza también el Comité Técnico del Fideicomiso.
Este bien es uno de los monumentos más emblemáticos de la Ciudad de Monterrey. Representativo del Porfiriato, a inicios del siglo 20, es una muestra de la obra realizada durante la administración del General Bernardo Reyes para conmemorar el primer centenario de la Independencia de México. Bajo el diseño arquitectónico de Alfred Giles y de la obra escultórica de la Casa W. H. Mullins, es simbólicamente, la cúspide del academismo ecléctico regional.
El proyecto ejecutivo, coordinado por la restauradora Ingrid Jiménez con la participación de la restauradora Jannen Contreras, determinará las necesidades para realizar la intervención más adecuada y conveniente a su estado físico.
En su momento, el sitio elegido en 1909 para la ubicación de este monumento fue la intersección de lo que en aquellos tiempos eran la Calzada de la Unión (hoy Madero) y Calzada del Progreso (hoy Pino Suárez), punto donde convergía el proyecto de ensanche de la ciudad y fomentaba la urbanización en el entorno de las dichas calzadas.
El Arco de la Independencia suponía ser la pieza más notoria dentro de todo ese proyecto de desarrollo urbano que el estallido de la Revolución truncó y pospuso por más de dos décadas.
Pese a la discontinuidad en los proyectos de urbanización de las zonas aledañas al monumento, y de que este se ha visto “aplastado” visualmente con las edificaciones de los últimos 40 años, su forma y emplazamiento siguen siendo icónicos, no solo de dos vialidades de primer orden, sino de una de las mejores épocas de esta ciudad en lo que a obra arquitectónica y fomento industrial se refiere.
Sin embargo, en la actualidad, este cruce y el tráfico que pasa por el Arco causan deterioros al bien cultural. Como se sabe, desde hace tiempo se gesta un proyecto urbano para este sitio que ofreciera un mejor entorno para el Arco que garantice su preservación. Este proyecto ejecutivo sería pieza fundamental para su intervención que, en su momento, tendría que ser de manera integral.
El proyecto ejecutivo contempla lo siguiente:
- Servicio especializado de levantamiento arquitectónico con método de escáner láser 3D, a partir del cual se elaborarán planos arquitectónicos del estado actual y de la propuesta de intervención, así como un vuelo con DRON para reporte fotográfico puntual de daños.
- Servicio especializado de análisis y dictaminación de acabados pétreos, así como pruebas de limpieza con procedimientos físicos, fisicoquímicos y químicos, así como pruebas de consolidación.
- Servicio especializado de análisis y dictaminación de esculturas de metal, y elaboración de pruebas de limpieza con procedimientos físicos, físico químicos y químicos, así como pruebas de patinado o de acabado de superficies, de ser necesarias.
- Evaluación del estado material de la estructura metálica interna y dictamen estructural.
- Propuesta de intervención del bien inmueble en su dimensión estructural y de acabados pétreos, así como esculturas de metal. Establecimiento de criterios de intervención y elaboración de catálogo de conceptos y presupuesto base.
El tiempo requerido para estos trabajos es de 3-4 meses. La vialidad se verá seguramente afectada al inicio de los trabajos en campo, el domingo 20 de junio y algunos días posteriormente, unas cuatro semanas más adelante, lo que se informará a la ciudadanía mediante los comunicados del Municipio de Monterrey. Se contará con el apoyo del Municipio de Monterrey, a través de la Dirección de Cultura, la Dirección de Patrimonio y la Secretaría Pública y Vialidad.
Sobre FIDECULTURAL
Hace tres años, el Gobierno del Estado, a través de CONARTE comenzó a formalizar una iniciativa ciudadana impulsada por la Licenciada Carmen Eugenia Junco González. Esta iniciativa propuso la modificación de la ley de patrimonio y la creación de un fideicomiso para el mantenimiento de patrimonio de Estado hoy conocido como FIDECULTURAL.
Después de crear todo el andamiaje jurídico y administrativo se lanzó la primera convocatoria que incluía dos categorías: Proyectos ejecutivos y proyectos de intervención.
En un esfuerzo muy fuerte y conjunto entre el Gobierno del Estado, la Secretaría de Finanzas y Tesorería del Estado, la Secretaría de Infraestructura, los municipios e instancias participantes y CONARTE se realizan estos trabajos de restauración y rehabilitación de edificios históricos, con lo cual se refrenda el compromiso del Estado por la conservación del patrimonio cultural de Nuevo León.
El Arco de la Independencia
Durante el Porfiriato las ciudades adoptaron una imagen urbana de carácter alegórico y artístico, con paseos arbolados que incorporaron esculturas y monumentos, como lo fue la Calzada Unión en Monterrey (hasta 1915 fue llamada Francisco I. Madero).
Bajo el gobierno de Bernardo Reyes, la Junta de Mejoras Materiales de Nuevo León levantó en 1910 este monumento para conmemorar el centenario de la Independencia, en el cruce de la Calzada Unión y la Calzada Progreso, un sitio con una fuerte carga simbólico-política.
De estilo neoclásico, fue diseñado por el arquitecto Alfred Giles y ejecutada por el constructor Pedro Cabral, empleando cantera rosa de San Luis Potosí.
De bronce, cuatro águilas nacionalistas y una escultura femenina que representa la libertad de la patria.
El proyecto ejecutivo
Propuesta presentada por el Municipio de Monterrey y beneficiado por el Fideicomiso para la Conservación del Patrimonio Cultural, en la emisión 2020, en la categoría de Proyectos ejecutivos.
La elaboración de proyecto ejecutivo de restauración nos permitirá en su momento, conocer exactamente lo que el monumento requiere en términos de conservación y cuánto costará. Con ello, se podrá contratar la ejecución y supervisión de las acciones a especialistas en obras de restauración.
Incluye el levantamiento general del bien, su documentación, la detección de deterioros y a partir de ello se desarrolla una propuesta de intervención acorde al sistema constructivo, tomando en cuenta materiales y técnicas adecuadas.
El equipo de trabajo
Responsable: Mtra. Ingrid Karina Jiménez Cosme
Ella es Licenciada en Restauración de Bienes Culturales Muebles, por la Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía “Manuel de Castillo Negrete” del INAH y Maestra en Estudios Arqueológicos de la Escuela Nacional de Antropología e Historia. Ha participado en la conservación de bienes afectados por los sismos del 2017 para el Centro INAH Oaxaca y Centro INAH Morelos.
Contará con un equipo interdisciplinario que incluye arquitectos, ingenieros, químicos metalúrgicos, restauradores de bienes muebles e inmuebles especialistas en diferentes materiales, entre ellos:
Doctora Jannen Contreras, profesora de tiempo completo y con categoría de Restaurador Perito en la Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía, ENCRyM.
Ha dirigido intervenciones de diversos tipos de obras metálicas, arqueológicas, históricas, artísticas e industriales, donde destaca la coordinación operativa del Proyecto de intervención para la conservación y restauración de la escultura ecuestre de Carlos IV y su pedestal, y responsable de la restauración de la escultura en la Ciudad de México, así como asesora para la restauración de la escultura de bronce Minerva de la ciudad de Guadalajara.
Maestro Carlos Flores Espino, Ingeniero Civil y Maestro en Arquitectura con especialidad en Restauración de Monumentos y Maestro en Ciencias en Análisis Estructural de Monumentos y Construcciones Históricas.
Ha colaborado como asesor para el INAH en proyectos de la Zona Arqueológica Bonampak en Chiapas, Ex-convento de El Carmen, Ciudad de México, en la Zona Arqueológica Templo Mayor, Ciudad de México, entre otros.
Video de la transmisión:
