24 de agosto de 2022
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Roberta Lobeira presentará más de 40 de sus obras en la exposición “Retrouvailles: el sentimiento de emoción de volver a verte después de mucho tiempo”, que será inaugurada el jueves 25 de agosto en la Pinacoteca de Nuevo León
La propia Lobeira describe su obra como una mezcla entre cultura actual, con elementos clásicos, una combinación con realidad y fantasía con un tratamiento caricaturesco hasta realista, pero en ella también hay un impacto evidente en el tema de la moda
Monterrey, Nuevo León. Los fantásticos mundos creados por la imaginación desbordante de la artista regiomontana Roberta Lobeira podrán ser contemplados en la exposición “Retrouvailles: el sentimiento de emoción de volver a verte después de mucho tiempo”, que será inaugurada el jueves 25 de agosto a las 7:00 p. m., en la Pinacoteca de Nuevo León.
La muestra está integrada por más de 40 obras en su mayoría de gran formato, realizadas con una extraordinaria fuerza expresiva e intenso colorido, en ambientes de desenfado y juego; deambulando entre la realidad y la ficción, encontramos seres en mutaciones, con cabezas de animales y escenarios peculiares, con notables referencias a personajes del teatro, el cine o la televisión; evocando también a las obras clásicas y maestros del arte universal como Diego Velázquez o Frida Kahlo.
Hoy, en rueda de prensa presencial, también vista a través del Facebook de Conarte, la Maestra Ninfa Romero, Secretaria Técnica de Conarte, acompañada de la señora Elvira Lozano de Todd, Directora de la Casa de la Cultura de Nuevo León; Lorenia Canavati von Borstel, Presidenta del Patronato del Festival Internacional de Santa Lucía; Antonio Pichardo Murillo, Curador de la exposición y la propia artista Roberta Lobeira, detallaron el contenido de la exposición.
La obra de Lobeira se define como surrealista, pero también tiene una combinación entre la cultura pop, la moda y arte clásico.
La propia Lobeira describe su obra como una mezcla entre cultura actual, con elementos clásicos, una combinación con realidad y fantasía, con un tratamiento caricaturesco hasta realista, pero en ella también hay un impacto evidente en el tema de la moda.
La exposición, primera individual de la artista y curada por el Maestro Antonio Pichardo Murillo, es organizada por el Consejo para la Cultura y las Artes de Nuevo León a través de la Pinacoteca de Nuevo León.
“Las obras de la artista regiomontana Roberta Lobeira descubren su universo personal, en donde aparecen galerías de personajes envueltos en escenas oníricas y fantásticas, que transitan entre el surrealismo, el pop art y el realismo mágico”, manifestó la Sra. Elvira Lozano de Todd, Directora de la Pinacoteca de Nuevo León.
“Con una trayectoria de más de dos décadas, Roberta Lobeira inició sus estudios de arte en la Universidad de Monterrey, continuó con especializaciones en la New York Academy of Art & School of Visual Arts y en estudios de artistas como el de Oli Nicole en París o en Oaxaca con Marco Antonio Bustamante, entre otros”.
Su producción, explicó, forma parte de importantes colecciones en diferentes partes del mundo. Una de sus más recientes creaciones, se presentó en televisión dentro de la serie “La Casa de las Flores”, dirigida por Manolo Caro.
“Roberta Lobeira desentraña y analiza nuestro mundo globalizado, vertiginoso, caótico, convertido en un gran escenario, provocador, confuso mágico y delirante, que despierta nuestros sentidos e imaginación, invitándonos a adentrarnos en la contemplación y la reflexión”, apuntó.
Para la Pinacoteca de Nuevo León y CONARTE, dijo la promotora cultural, es relevante presentar esta muestra de la producción de Roberta Lobeira, representante de una de las generaciones de mujeres creadoras de origen nuevoleonés con reconocimiento internacional, con una sólida y destacada trayectoria y un promisorio futuro en el escenario de las artes visuales.
Una crítica social a la aristocracia y burguesía
“La crítica social a la aristocracia y burguesía, el homenaje a la moda y sus protagonistas, los grandes artistas del modernismo o pop art, la elegante arquitectura y sus fantásticos movimientos son elementos que usa en los temas que aborda Roberta Lobeira en su pintura con seguridad y desprendimiento, sin temor a ser observada”, manifestó por su parte Antonio Pichardo Murillo, Curador de la Muestra.
De vista, expresó, se puede percibir una escena mítica o un momento barrocamente glamuroso, pero en esencia el análisis socio cultural fortalece el cuadro, una fuerte carga conceptual.
“Los animales, especialmente aquellos propensos a la caza son eje importante de algunas piezas, reflejan el gran respeto que ella le tiene a la vida. Roberta es mecenas y vocera de gran influencia de causas a favor del respeto y valor de la fauna salvaje y doméstica. A 200 años del natalicio de Rosa Bonheur, Roby nos da su propia perspectiva visual de ellos, homenaje pictórico”, señaló.
En la exposición, mencionó, se presentan cinco ejes temáticos en los que cronológicamente se aprecia su evolución pictórica acompañada de magníficos textos de expertos en diversas áreas que han acompañado a Roberta en su camino evolutivo.
“Ver su obra siempre es refrescante, ahora en la Pinacoteca la mantendremos en la mente tratando de descifrar los diversos universos recreados”, apuntó.
Supo hacer de su locura arte
“Como otras jóvenes artistas, Roberta Lobeira supo hacer de su locura arte, de las obsesiones que rondaban su cabeza juvenil una disciplina férrea para estudiar, pintar a diario, ensayar, descubrir nuevas técnicas, entregarse a una vida absolutamente inmersa en el descubrimiento de las formas y tonalidades de su angustia vital”, manifestó por su parte la periodista y escritora Lydia Cacho.
“Observar la obra completa de Roberta, desde los bocetos hechos en su niñez hasta la más reciente pintura de gran formato, nos ayuda a comprender una búsqueda existencial incesante. Elige arrebatar las máscaras humanas sólo para descubrir que debajo de ellas hay un relato de indagación de la identidad que necesita deconstruir el cuerpo y las emociones para subsistir”, expresó.
En el corpus de su obra, añadió, no se encuentra a esa niña que miraba a su madre buscando una parte de sí misma en ella.
“Hay un relato que revela lo que millones de niñas y mujeres han sentido en algún momento de su vida: que para hallar el sentido de pertenencia a la tribu es preciso encontrar y elegir a esa tribu que no es necesariamente la que nos rodea en el entorno consanguíneo.
“Nuestra pintora dialoga consigo misma, hace arte de su obsesión compasiva por los animales, desentraña un mundo en el cuál nada es lo que parece porque desde niña supo dudar de las apariencias, en particular de la belleza y la riqueza. Su exploración se plasma enteramente en cada lienzo, es poco propensa a hablar de su arte, se entrega en silencio a la creación intentando acaso sanar el desasosiego de la melancolía que le habita”, expuso Cacho.
“Los ojos, cientos de ojos desorbitados y caleidoscópicos inquieren en universos que confrontan la sinrazón de lo superficial. Ella juega a ser la creadora del mundo, no prohíja bellas criaturas impecables, retoma el pasado para reinventarlo y al hacerlo despoja a los grandes hombres de su nobleza viril, les regala flores en lugar de sables, orejas de conejo sobre un casco de guerra, les hace vulnerables, caricaturiza la sofisticación mientras por sus cuadros vuelan unicornios y los comensales son buitres, zorros humanos en cuerpos perfectos”, apuntó.
Un viaje por la obra de Roberta Lobeira, señaló, lleva de la mano a los espectadores “por los callizos que se abren y cierran inesperadamente, donde las mujeres florecen y se recrean en el mundo animal y vegetal, la belleza radica en la ruptura estética invadida por recuerdos infantiles en que los grandes juegan a ser hermosos frente a la dificultad para acercarse verdaderamente; sus personajes son una continua crítica social en que la autora dilucida las relaciones de poder, los amores aparentes, la femineidad forzada y la masculinidad exacerbada que desdibuja su propio rostro.
“Ellas, las mujeres y niñas invaden los rincones, son el centro de la historia, vuelan, pierden la cabeza, dominan, ríen, aman, enloquecen y vuelven a florecer para entregarse a una vida inexplicable. Acaso, al observar detenidamente, encontremos a la pintora que se retrata a sí misma en un rincón de lo surreal”, argumentó.
La exposición “Retrouvailles: el sentimiento de emoción de volver a verte después de mucho tiempo”,permanecerá en exhibición en la Pinacoteca de Nuevo León hasta diciembre de 2022.
El horario de galería es de lunes a domingo de 10:00 a. m. a 6:00 p. m., martes cerrado. La entrada es libre.
La Pinacoteca de Nuevo León se encuentra ubicada en el Colegio Civil Centro Cultural Universitario, que se localiza en el cruce de la Avenida Juárez y la calle Washington, en el Centro de Monterrey.
Video de la transmisión: