Puestas en escena propuestas por CONARTE como parte de la celebración del Día Mundial del Teatro, coinciden con el mensaje de este año de John Fosse, escritor y dramaturgo noruego, invitado por el International Theatre Institute de la UNESCO.
Goza el público de dos piezas teatrales en espacios de CONARTE que abordan temáticas actuales y que resultan universales.
Monterrey, Nuevo León. – Al representarse las obras “Kassandra” y “Yerbabuena”, los teatristas de Nuevo León lanzan un mensaje al mundo: el arte teatral es un vehículo especial para hallar la pacificación tan deseada.
John Fosse, escritor y dramaturgo noruego, invitado por el International Theatre Institute de la UNESCO, en la celebración del Día mundial del Teatro 2024, afirma en su mensaje de este año que “el arte, el buen arte, consigue a su manera y de forma fabulosa reunir lo absolutamente único con lo universal. Nos permite entender la diferencia entre lo extraño y lo universal. Al hacerlo, el arte trasciende las fronteras de los lenguajes y los límites geográficos. Reúne, no solo las cualidades individuales, sino también, las características de un grupo de personas, por ejemplo, las naciones”.
De ahí que el trabajo en equipo de la puesta en escena de “Kassandra”, cumple con lo expresado por Fosse, en el sentido de trascender fronteras de lenguajes, al igual que el del equipo que presentó “Yerbabuena”, ambas propuestas presentadas bajo el sello del Consejo para la Cultura y las Artes de Nuevo León en dos de sus espacios, la Sala Experimental del Teatro de la Ciudad y el Teatro del Centro de las Artes, respectivamente.
El arte no se expresa provocando que todo sea igual, por el contrario, afirma el dramaturgo europeo, muestra las diferencias, aquello que es ajeno o extraño. Todo buen arte contiene precisamente eso: algo extraño, algo que no se puede comprender completamente y que, sin embargo, se entiende de cierto modo.
“Hay terrorismo en este mundo. Hay guerra, puesto que la gente tiene un lado animal que lo lleva a ver lo extraño como una amenaza a su propia existencia, en lugar de ver el fascinante enigma que eso representa.
“Y entonces lo único, lo diferente que es universalmente comprensible, desaparece. La Guerra es la batalla contra lo que yace en lo más profundo de cada uno de nosotros: lo único… Es tan simple como que la guerra y el arte son opuestos, como la guerra y la paz son opuestos. El Arte es paz”, dice.
“YERBABUENA” ENTRE LA FE Y LA LOCURA
Inspirada en hechos reales que acontecieron en los años 60, en un poblado del Municipio de Mainero Tamaulipas, la “docuficción” “Yerbabuena”, coproducción de la Compañía Nacional de Teatro del Instituto Nacional de Bellas Artes a través del programa “En compañía de la Compañía”, logra ese objetivo de lanzar hacia el público una realidad violenta del pasado que aún hoy cobra vigencia.
Esta puesta en escena transcurre en un ejido de 50 habitantes, en donde nadie sabía leer ni escribir, no conocían dios alguno, pero todos tenían la necesidad de creer.
La actriz Rosalva Eguía da vida a Magdalena Solís, una prostituta, originaria de Monterrey que leía las cartas y entablaba contacto con espíritus de la Revolución Mexicana. Magdalena es convencida por su hermano Eleazar para participar en una estafa, que se convierte en una secta religiosa en dónde la principal deidad es ella misma.
Con toques de sátira y comedia, durante la obra se destaca que las sectas son grupos de personas que se crean en torno a una figura generalmente carismática, los líderes someten a sus seguidores por medio de técnicas de control mental. Estas se conforman de personas vulnerables.
Los años 60 fueron la década del surgimiento de grandes sectas principalmente en Estados Unidos, fenómeno que se está repitiendo tras la reciente pandemia.
En esta obra en dónde destaca la interacción con el público, se conduce a los asistentes a reflexionar en cómo el poblado Yerbabuena es solo una muestra de las muchas comunidades en las que actualmente persiste el rezago educativo y la violencia.
A Eleazar y Magdalena los sentenciaron 50 años de prisión y salieron a los 25 años. Eleazar murió de viejo; de Magdalena se sabe muy poco, lo único que vive de ella es su leyenda.
“KASSANDRA” ENTRE LA MITOLOGÍA GRIEGA Y EL CONTEXTO ACTUAL
Hablada totalmente en inglés, la puesta en escena “Kassandra”, aborda temas como la migración, el rechazo, la libertad sexual, la vulnerabilidad de los migrantes y la guerra.
En medio de la penumbra, un alma atormentada desde la antigüedad, regresa hasta hoy para recordar como el sitio de Troya acabó con su familia. La princesa troyana comienza recordando la mítica guerra y sus personajes: Ulises, Aquiles, Héctor y Agamenón.
La Kassandra actual es una mujer transexual, prostituta, migrante, a quien le gusta de Bugs Bunny, la música de ABBA y es fan del Manchester United.
El texto de Sergio Blanco es actual, creativo, divertido y conmovedor. Abraham Salvador Tornero, artista del performance, encarna al personaje que conduce al público por un recorrido por la marginalidad en la que Kassandra sobrevive con un inglés precario en un país que no es el suyo.
Más información sobre las puestas en escena en conarte.org.mx y en redes sociales @conartenl.