Más de mil 300 personas reciben como regalo una extraordinaria puesta en escena de El Barbero de Sevilla, de Gioachino Rossini, bajo la batuta de Alejandro Reyes Valdés, al frente de solistas, coro e integrantes de la Camerata Nuevo León.
Monterrey, Nuevo León. – La celebración del cuadragésimo aniversario del Teatro de la Ciudad no solo subraya la importancia del arte en la vida de una comunidad, sino que también recuerda lo fundamental que es hacer que la cultura sea accesible para todos, aseguró anoche la doctora Melissa Segura Guerrero, Secretaria de Cultura de Nuevo León.
Ante una Gran Sala del Teatro de la Ciudad llena, previo a la presentación de la ópera “El Barbero de Sevilla”, de Gioachino Rossini, la funcionaria cultural destacó la importancia de este recinto cultural ubicado en el Centro de Monterrey, en el acontecer de la Sultana del Norte.
“Este teatro, más que un simple escenario, es un lugar en donde el arte se vive, se comparte y nos acerca como comunidad. Y la ópera que disfrutaremos esta noche es un magnífico ejemplo de cómo podemos experimentar las grandes expresiones del arte mundial, aquí mismo, en nuestra ciudad”, expuso Segura Guerrero, acompañada del maestro Ricardo Marcos González, Secretario Técnico de CONARTE.
Además, destacó la importancia del trabajo conjunto entre instituciones y actores culturales, a través de una gobernanza cultural sólida y colaborativa.
“Desde la Secretaría de Cultura queremos reiterar nuestro compromiso firme y constante con esta misión. Nos comprometemos a seguir trabajando para que el arte y la cultura sigan siendo accesibles para toda la sociedad, porque creemos profundamente en el poder transformador del arte como motor de cambio social y cohesión”, indicó.
La producción de “El Barbero de Sevilla” que la audiencia gozó anoche de principio a fin, fue posible gracias a la colaboración entre CONARTE, la Secretaría de Cultura de Nuevo León, el Festival Internacional Santa Lucía, la Compañía de Ópera de Saltillo y Cultura Municipal de Saltillo.
En el protocolo también estuvieron presentes Victoria Kühne, presidenta del Patronato del Festival Internacional Santa Lucía; Erika López, coordinadora ejecutiva del FISL y César Tapia, director del Teatro de la Ciudad.
“El Teatro de la Ciudad ha dado cabida a grandes comunidades, no solamente de ópera y música, sino también evidentemente de teatro y danza, como combinación de todas las artes escénicas; Agradecemos que sean partícipes de estos 40 años, sé que muchos de ustedes han sido regulares de esta emblemática catedral de las artes”, destacó Marcos González en su intervención.
Kühne expresó que como presidenta del patronato del FISL le emociona formar parte de la historia del Teatro de la Ciudad.
“(Es un) lugar que al paso del tiempo se ha mantenido en su estructura y acondicionamiento acorde a la calidad que demanda todo espectáculo, ello gracias a que las autoridades saben que difundir la cultura entre la sociedad es una inversión invaluable y con alto retorno de satisfacción emocional”, dijo.
BRILLAN CON ROSSINI
En sus roles de la ópera en corte de comedia, el extraordinario elenco salió al escenario e hizo brillar la pieza clásica de Gioachino Rossini y con ella hacer las delicias de la audiencia presentada para la celebración del Teatro de la Ciudad.
Conformado por el barítono Jorge Ezequiel Ruvalcaba de la Torre como Fígaro, la soprano María Jacinta Barbachano de Agüero en su papel de Rosina; el tenor Juan Enrique Guzmán como Conde de Almaviva, el bajo Rafael Blásquez Ortiz haciendo a Don Basilio, el barítono Josué Huitzilihuitl Cerón Román como Don Bartolo, la soprano Cassandra Mimiaga Hernández en el rol de Berta y el tenor José Eduardo Canela Fraire como Fiorello, el elenco escribió con su actuación una memorable página de la ópera en Monterrey.
“El Barbero de Sevilla” es una ópera italiana en dos actos, compuesta por Gioachino Rossini, pertenece al género bufo y se encuentra entre los 10 títulos más representados en el mundo.
Alejandro Reyes Valdés como director concertador, Rafael Blásquez en la producción, Rodrigo García Arroyo en la dirección de escena y el pianista Eric Valdés Marines, además, de la participación destacados solistas, coro y la Camerata Nuevo León, llevaron al público a un espacio de entretenimiento único, como solo la ópera lo puede hacer.
Minutos antes de la función, el maestro Gerardo Kleinburg, crítico y promotor musical, ofreció a los asistentes una charla a manera de introducción.
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