24 de febrero de 2019
Información. 017
A diferencia de países de Europa, en donde los primeros organismos dedicados a estudiar y proteger el patrimonio industrial surgen en las décadas de los 60 y los 70, en México es un tema que se remite a los años recientes, afirmó el arqueólogo e investigador Sinhúe Lucas.
“El caso mexicano es muy emblemático porque para nosotros, por ahí de la década de los 80 o 90, estamos viendo esta preocupación por nuestros contextos industriales. Nosotros tenemos una historia muy diferente a lo que sucede con el caso inglés, tenemos un desfase de por lo menos 100 años con este proceso de industrialización”.
Lucas ofreció la charla Signo y sinónimo: el patrimonio industrial de Nuevo León, junto con Camilo Contreras, profesor e investigador del Colegio de la Frontera Norte y experto en patrimonio industrial, durante la tercera jornada de actividades de la 40 Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería, donde Nuevo León participa como Estado Invitado.
En la Sultana del Norte, la industrialización fue temprana con relación al resto del país e incluso en términos de América Latina, agregó el investigador, lo cual supone un reto, en primer lugar, de registro.
“Hay una mirada que se empieza a dar en la década de los 90, donde se empiezan a generar posiciones respecto a cómo conservar el patrimonio industrial y ahorita estamos en un momento crucial, porque lo que tratamos de hacer es conocer nuestro patrimonio industrial”, explica Sinhúe Lucas.
“En el caso de los estadounidenses y los ingleses, ya tienen el registro de su patrimonio industrial desde hace 60 años y en el caso de nosotros todavía no contamos en él. Hay zonas de México donde no sabemos lo que está sucediendo, y la parte industrial para nosotros es básica, porque no se puede explicar la etapa moderna de nuestro país sin los contextos industriales”.
El patrimonio industrial va más allá de lo material, agregó el especialista, ahora hay nuevas propuestas encaminadas a considerar elementos como el sonido.
“Los pitazos de las fábricas cambiaron el sentido de la humanidad en términos de cómo Se organiza el tiempo. Antes era completamente agrícola, estaba dictado por las aves, por el movimiento de los astros, por las cosechas, las temporadas… ¿qué es lo que sucede con la llegada de estos contextos fabriles y del ferrocarril?, existe una nueva dinámica, el tiempo se transforma y la humanidad dejó de ser la misma”.
Además, en el estudio de patrimonio industrial, al que se han sumado historiadores y restauradores, ahora se incluyen otros factores como el paisaje, la contaminación, cómo se usaron los recursos hídricos, la memoria obrera y los productos generados por el proceso de industrialización.
La charla, moderada por Alejandro Rodríguez, director de Desarrollo y Patrimonio Cultural de CONARTE, se realizó en el Pabellón Nuevo León, donde continúan las actividades de la FIL hasta el próximo 4 de marzo. La programación está en https://conarte.org.mx/agenda/40-fil-palacio-de-mineria/