16 de mayo de 2020
Información No. 81
Tras la proyección de Gringo, dentro del programa especial de Cineteca En Casa de CONARTE, el cineasta dialoga sobre su temática con Carlos García Campillo, coordinador del espacio cinematográfico
Monterrey, Nuevo León. Para el cineasta José Luis Solís su película Gringo (2015) toca temas que tienen que ver con la situación que se vive en la contingencia sanitaria por el COVID-19.
“Gringo es una película acerca del encierro, de lo violento que no ves, de cómo fuimos cambiando nuestros patrones de vida por completo, cómo nos tuvimos que encerrar por la situación que estábamos viviendo en el norte del país en la llamada guerra del narco”, manifestó el director.
“La película refleja un periodo de auto encerramiento, allí no había dictámenes del estado, la cultura fue la que empezó a dejar de salir, a dejar de transitar por miedo, esto nos marcó a mucha gente, nos tomó con sorpresa y frustración, tuvimos que cambiar muchas cosas, como lo estamos haciendo ahora”.
Gringo se proyectó anoche dentro del programa Cineteca En Casa a través de Facebook Live. Al final de la trasmisión, Carlos García Campillo, coordinador de Programación y Acervo de la Cineteca Nuevo León sostuvo un diálogo con Solís.
“La película habla de un lugar donde no quieres estar, donde perdiste tu libertad. Los personajes principales son una pareja, que tienen que emigrar a Estados Unidos, pero hay un anhelo muy claro en ellos, por sus convicciones emocionales e ideológicas, de querer quedarse en México. Ellos perdieron, por las circunstancias, su poder de decidir”, expresó Solís.
“Pierden su libertad, cuando al parecer la obtienen al irse al extranjero; ya no hay la violencia, ni restricción laborar y económica, pero realmente pierden su libertad, porque lo que ellos quieren es quedarse en Monterrey, hacer algo por la comunidad y los caminos se les van cerrado.
“Hay una intención mía de mandar un mensaje de quedarnos aquí, de luchar por lo que somos, de seguir aquí, de cambiar, de contar nuestras historias”, apuntó.
El impacto de la violencia en nuestras vidas
“La película tiene un ritmo de introspección. Quise evitar la violencia gráfica a cuadro, quería concentrarme en el impacto de la violencia en el interior de los personajes, de allí también la musicalización de Samuel Larzon, perturbadora, las secuencias largas y las escenas que se mantienen en el cuadro.
“En esos momentos se nos hizo muy normal la palabra guerra, ‘la guerra del narco’, pero esta fue una guerra muy particular, donde estamos en alerta, vulnerables, restringidos, no podemos asegurar a ciencia cierta que hay un estado de derecho y que en los años más cruentos en el 2010 donde se desarrolla Gringo, inclusive dentro del país no se sabía lo que estaba pasado en Tamaulipas y en Nuevo León, estábamos completamente en blanco.
“Entonces yo quise hacer una película, no de lo que estaba pasado, sino cómo lo estábamos viviendo. No quería mostrar situaciones extraordinarias, más que los colgados en el puente, que es un hecho real. No podría decir que la película es de ficción histórica, pero es una derivación a partir de hechos reales. Quise mostrar este paroxismo de la violencia”, concluyó. El programa Cineteca En Casa, que organiza el CONARTE continúa el viernes 22 de mayo con la proyección de la película Palomar de Luis Rodrigo Garza y luego el viernes 29 de mayo se proyectará el cortometraje La Muñeca Tetona de Diego Enrique Osorno. Las proyecciones se realizarán a las 20:00 horas a través del Facebook Live de CONARTE.