Información No. 068
17 de abril de 2018

 

Un viaje para recordar los años de la adolescencia es el que se presenta en A la hora del recreo, de Carlos Portillo, que se presentó como parte de la Semana de la Dramaturgia 2018 en la Sala Experimental del Teatro de la Ciudad.

 

El texto, que fue montado en una lectura dirigida por Efraín Mosqueda, muestra una obra fresca, pero profunda acerca de esta etapa de la vida de la que muchas personas guardan gratos recuerdos, a pesar de todas las dificultades que trae la búsqueda de identidad ante el mundo.

 

A la hora del recreo toca varios temas de interés, pero centra su atención en la influencia, positiva y negativa, que pueden tener los maestros sobre los muchachos. Esto a través de una narración de la forma en que viven la hora del recreo los adolescentes, donde conviven, juega y estrechan lazos de amistad.

 

A través del relato también se da cuenta de las historias familiares que acompañan a cada una y que hacen de ellos lo que son. En la lectura participaron Virginia Frutos, Allan Durell, Katzir Meza y José Olivares.

 

El texto se presentó como parte de las actividades de la Semana de la Dramaturgia Nuevo León 2018, organizada por el Consejo para la Cultura y las Artes de Nuevo León (CONARTE), con el apoyo de la Secretaría de Cultura Federal y la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL).

 

Exploran vida de diplomático mexicano

 

El diplomático mexicano Gilberto Bosques Saldívar, que arriesgó su vida para salvar a miles de refugiados en la Segunda Guerra Mundial, es reconocido en la obra Testigo de la historia, de la cual se ofreció anoche una lectura dramatizada en el Escenario de la Gran Sala del Teatro de la Ciudad.

 

 

La obra escrita por Thelma Sandler se presentó en la lectura bajo la dirección de Rafael Félix. En esta se muestra la lucha vehemente que el diplomático realizó para intentar salvar la vida de miles de refugiados en la Europa devastada por los nazis.

 

Bosques Saldívar se desempeñó como Cónsul General de México en Francia durante la Segunda Guerra Mundial. Los alemanes tenían ocupado el país e iniciaron las deportaciones masivas de judíos, polacos y de otras nacionalidades a los campos de concentración y extermino.

Como diplomático, protegió y defendió a los mexicanos en ese país, pero también a miles de personas de otras nacionalidades a través del otorgamiento de visas para que lograran huir. Para ello alquiló dos castillos, que convirtió como centros de asilo para los migrantes.

 

 

En la lectura participaron: Calixto Valdez, Jerónimo Garza, Marilú Martínez, Mauro Samaniego, Migdal Elizondo y Susy Alanís.