12 de junio de 2019
Información. 098

 

La Fundidora de Fierro y Acero de Monterrey es fundamental en la historia industrial de Nuevo León y, a través de sus imágenes, se pueden conocer aspectos de interés para la comunidad. Esta visión se aprecia en la exposición Memoria de acero, que se inaugura el jueves 13 de junio a las 20:00 horas, en la Fototeca de Nuevo León (Centro de las Artes. Nave Uno).

 

La muestra se integra por alrededor de 100 fotografías que son parte de la documentación realizada desde la instalación de la compañía en 1900 hasta la década de los 90, cuando vivió el proceso de transformación para convertirse en parque tras el cierre definitivo de operaciones en 1986.

 

 

Memoria de Acero es organizada por el Consejo para la Cultura y las Artes de Nuevo León (CONARTE) en colaboración con Ternium México y Fundación PROA, con imágenes que pertenecen al fondo Fundidora que resguarda la Fototeca de Nuevo León.

 

 

Jorge García Murillo, director del Centro de las Artes, subrayó la importancia del acervo y de la relación entre la empresa y el Consejo para enriquecer la actividad cultural.

 

“Este banco de imágenes es único en el mundo latinoamericano, es un testimonio transparente, claro y preciso de lo que ha sido este lugar, y que mejor que todos lo disfrutemos.

 

“La relación entre CONARTE y Ternium es una muestra de lo que debe ser toda relación entre empresas y la actividad cultural y artística. Es un ejemplo a seguir por toda la comunidad empresarial”.

 

Pedro Román, jefe de Relaciones con la Comunidad en Ternium México, hizo énfasis en la importancia histórica de la Fundidora de Fierro y Acero de Monterrey.

 

“Aquí podemos apreciar imágenes que nos transportan a un pasado en el que la Fundidora contribuyó a la generación de empleo y consolidar una cultura de trabajo y desarrollo industrial en el norte del país, una visión con la que coincidimos en Ternium con valores como la cultura del desarrollo industrial, innovación y mejora continua, investigación permanente y la educación como motores de crecimiento, progreso y bienestar social de largo plazo”, subrayó.

 

La exposición, que cuenta con la curaduría de Pablo Landa, explora los diversos usos que se les dio a las fotografías, ya sea publicidad, reportes financieros, decoración de oficinas, recuerdos personales, etcétera. En el montaje de la exposición fue fundamental el diálogo establecido con extrabajadores de esta empresa.

 

“Los obreros tuvieron un papel importante en la lectura de las imágenes porque nos dijeron lo que veían y proporcionaron diferentes formas de contar el pasado de la ciudad en la que ellos son los protagonistas”, explicó el curador.

 

La disposición de las fotografías en Memoria de Acero propone formas de reinterpretación. Se divide en tres ejes temáticos:

 

  • Los usos de las fotografías

En el Siglo XX la fotografía era estratégica para documentar los momentos importantes. En este eje se aprecian aspectos de los procesos de construcción de la planta, visitas de personajes ilustres y sucesos de gran importancia para la compañía.

 

La decisión sobre qué registrar era tomada por los directivos de la empresa para darle sustento a su visión. Muchas de estas imágenes se usaban para promoción y difusión.

 

  • El orgullo de los obreros

Esta sección ofrece un conjunto de fotografías tanto oficiales, en las que se les ve en grupos con sus compañeros, como de las colecciones personales en las que se aporta una mirada distinta. En estas imágenes se refuerzan los roles de género, presentando a los trabajadores como hombres fuertes, formales y proveedores.

 

  • Hombres y máquinas

Tema recurrente en la fotografía del Siglo XX. Los obreros aparecen participando de forma disciplinada en la producción del acero; no se aprecian sus rasgos y las máquinas tienen un papel protagónico, siendo acompañamiento gráfico de los discursos de directivos de Fundidora. El eje explora las estrategias de representación de las fotografías de la Fundidora, principalmente a partir del trabajo de Guillermo Kahlo, Eugenio Espino Barros y Lauro Leal Salinas.

 

Memoria de Acero dispone de un espacio abierto para que, extrabajadores, familiares o personas que tuvieron relación con la Fundidora, exhiban fotografías, objetos o documentos acompañados por sus historias. Laura Pacheco, coordinadora de la Fototeca Nuevo León, invitó a la comunidad a llevar su material, que se estará recibiendo de lunes a viernes de las 10:00 a las 17:00 horas.

 

Como parte de las actividades paralelas este sábado 15 de junio a las 18:00 horas se realizará una charla con la participación de Alberto Casillas, jefe del Archivo Histórico del Parque Fundidora,

Óscar Estrada, uno de los curadores del libro Memoria de Acero editado por Ternium, y Pablo Landa, curador de la exposición.

 

La exposición Memoria de Acero está integrada por fotografías del Fondo Fundidora, resguardado en la Fototeca Nuevo León, y que se integra por 43,342 imágenes entre positivos y negativos.

 

La historia de este fondo data de principios de los 90, cuando el Archivo General de la Nación y el Parque Fundidora realizaron un convenio para ordenar y catalogar el archivo histórico de la Fundidora de Fierro y Acero de Monterrey. En 2010, Parque Fundidora comenzó una alianza con CONARTE para el resguardo del material en la Fototeca Nuevo León.

 

Desde el 2014, Ternium México, a través de la gestión de Fundación PROA, participó activamente con apoyos económicos anuales para la contratación de personal y adquisición de equipo para acelerar los trabajos de conservación, catalogación y digitalización de las fotografías del fondo, concluyendo en el 2018.

 

Adicionalmente, Ternium, a través de Fundación PROA, y en colaboración con CONARTE, el Archivo General de la Nación y el Parque Fundidora diseñaron un sitio web que permite consultar las fotografías digitalizadas y clasificadas acuerdo con distintas temáticas para la consulta de investigadores, estudiantes y público en general: www.memoriadeacero.org

 

 

GALERÍA: