2 de junio de 2021

 

Información No. 107

 

Monterrey, Nuevo León. ¿Conoce la historia del Antiguo Palacio Federal, ese hermoso edificio, decorado en sus escalinatas laterales con esculturas de la serpiente emplumada, ubicado en el corazón de Monterrey y ahora sede del Lab Cultural Ciudadano, LABNL?

 

El Consejo para la Cultura y las Artes de Nuevo León (CONARTE) y el LABNL tienen la respuesta y por ello idearon la exposición Antiguo Palacio Federal, Orígenes, que se exhibe actualmente en la Explanada Cultural, un agradable espacio que conecta como área peatonal el Palacio de Gobierno y la Explanada de los Héroes.

 

En el 2019 se cumplieron 90 años de la inauguración de este edificio, que causó asombro por su estilo, dimensiones, altura e innovador sistema constructivo que se ha mantenido en pie pasando por diversos usos e intervenciones.

 

Con esta exposición, CONARTE da paso a una nueva historia de este icónico edificio que permitirá a la sociedad nuevoleonesa contar con un espacio como el LABNL.

 

Dicha exposición fue realizada por un equipo de colaboradores integrado por Carlos Alejandro Lupercio de la Cruz (Investigación), Rubén Alberto Guerra Góngora, (Asistencia de Investigación), Luis Ángel Arriaga Elizondo (Diseño Gráfico) y Sergio A. Moreno Hernández (Ilustraciones).

 

También se contó con la colaboración de las siguientes instituciones y personas: el Sistema Nacional de Fototecas, el Instituto Nacional de Antropología e Historia, la Fototeca del Tecnológico de Monterrey y Marcela Beltrán.

 

La Historia de Antiguo Palacio Federal

 

En 1920, el gobernador interino de Nuevo León, Porfirio G. González expuso al Oficial Mayor de la Secretaria de Comunicaciones y Obras Públicas que en la capital del estado no existía ningún edifico que albergara las oficinas federales. A raíz de lo anterior, la Secretaría definió los terrenos conocidos como Plaza de la República para acoger dichas oficinas.

 

En mayo de 1928, Federico Tomás de Lachica, presidente de la compañía constructora y desarrolladora Fomento y Urbanización S.A. – FYUSA-, dirigió una carta al Director de Bienes Nacionales que acompañaba un anteproyecto para el Palacio Federal de Monterrey, el cual más tarde fue aprobado por el Presidente de la República, Plutarco Elías Calles, siendo elegido por la constructora el arquitecto Augusto Petricioli, como artífice del proyecto.

 

Federico Tomás de Lachica consideró que el edifico tendría que ser de carácter monumental, puesto que contaría con una amplia perspectiva desde cualquier punto de la Plaza de la Republica.

 

La configuración general del edificio consistió en un macizo principal que constó de basamento y tres pisos con un gran vestíbulo central de tripe altura. El quinto nivel con acceso a la azotea, fue un piso transicional entre el cuerpo inferior del edificio y una torre central de cuatro pisos y mirador.

 

Para el decorado exterior se consideraron materiales como pasta de cemento y polvo de mármol picado al fresco y piedra artificial.

 

El 17 de septiembre de 1928 se fechó el contrato entre el Poder Ejecutivo de la Unión y la compañía FYUSA para llevar a cabo la construcción del edifico que alojaría las oficinas del Palacio Federal en Monterrey, Nuevo León.

 

El 4 de octubre de 1928 se colocó la primera piedra del proyecto, en presencia de importantes personalidades del sector político, empresarial y de la comunidad regiomontana en general.

 

Aunque la propuesta estilística de FYUSA para el Palacio Federal de Monterrey nunca hablaría de Art Déco, por tratarse de una expresión acuñada en 1966, se ha relacionado este edificio con el estilo.

 

Se hace necesario, sin embargo, subrayar aquí algunos detalles que podrían cuestionar esa supuesta convención. Tanto la arquitectura del edificio, como las esculturas a él integradas -en particular el gran friso principal- son arquitectura y escultura modernas Art Déco, pero ligadas a la tradición. Al fin y al cabo sus artífices habían sido formados con valores estrictamente académicos. La obra pues, es ambiguamente Art Déco y neoclásica en sus interiores y, en su conjunto, cuenta con detalles neocoloniales y californianos.

 

En septiembre de 1929, ya casi por finalizar la construcción del edificio, llegaría a Monterrey procedente de la Ciudad de México el altorrelieve de piedra artificial que destaca en la fachada principal del palacio. Se desconoce el nombre del escultor. La exposición Antiguo Palacio Federal, Orígenes, permanecerá en exhibición durante el mes de junio del año en curso. La entrada es libre.