Acompañado al piano por el Maestro Jorge Martínez, el barítono ofreció un espléndido programa en el que desplegó su talento vocal, afamado en diferentes casas de ópera de Europa y el mundo.
CONARTE se unió con este recital a la celebración por los 85 años de la Facultad de Música de la UANL; incluye en el programa Narayama, canción popular japonesa, una sorpresa para los asistentes.
Monterrey, Nuevo León. – En su primera vez en un escenario de Nuevo León, el barítono mexicano Alfredo Daza ofreció un vibrante recital en el que no solo mostró sus dotes conocidas en diferentes casas operísticas del orbe mundial, sino que se ganó una ovación de parte de los espectadores, por su entrega en el escenario.
Bajo el título de “Canciones y romances del mundo”, el concierto fue de menos a más para hacer de esta tardeada una bella página escrita en la historia del bel canto en Monterrey, en el Teatro del Centro de las Artes de CONARTE, al interior del Parque Fundidora.
Acompañado al piano por el Maestro Jorge Martínez, Daza brindó un recital que fue posible en su realización por la colaboración de CONARTE con la Coordinación Nacional de Música y Ópera del INBAL y el Taller de Ópera de la Facultad de Música de la UANL (TOFAMUS).
La del barítono es la voz masculina media cuya tesitura se encuentra ubicada entre el bajo y el de un tenor; fue la voz de Daza la que embelesó a la concurrencia en esta su primera presentación en Monterrey.
“In questa tomba oscura”, de Beethoven, fue la pieza elegida por el barítono para iniciar el programa, tema que dio la pauta para que hablara sobre cómo los pensadores, los poetas, han visto este mundo como un espacio ideal para la humanidad.
“Kogda Glyazhu”, de Rimsky-Korsakov, le siguió para después continuar con “Ich grolle nicht”, de Robert Schumann).
En cada una de las obras, Daza hizo gala de su potente y grave voz, incluyendo “Some enchanted evening”, de “South Pacific”, de Rodgers y Hammerstein), cantada en inglés y “Te quiero dijiste”, de María Grever, y “Divina Mujer”, de Jorge del Moral.
El público también gozó con la interpretación al piano de “Preludio en Do sostenido menor Op.3 no. 2” (Rachmaninoff) y “Malagueña” (Lecuona).
Daza, como “encore”, ofreció su interpretación de la canción popular japonesa “Narayama” que, explicó, fue a raíz de un intercambio que logró con un barítono de aquella nación asiática, y que resultó toda una sorpresa para los asistentes por la belleza del canto que evoca los paisajes de la montaña del mismo nombre.
Alfredo Daza (Puebla, 1975) ha sido ganador del Premio Carlo Morelli en 1991 como revelación juvenil y luego tercer lugar en 1995 en esta importante competencia de bel canto; también ha sido finalista del concurso de canto Operalia en la CDMX.
Las reseñas sobre las distintas participaciones de Daza dan cuenta de una de las carreras más importantes de cualquier barítono mexicano de su generación, que lo ha llevado a cantar más de 55 roles de los principales compositores del repertorio italiano, francés, alemán y ruso.
Durante 14 años, del 2004 al 2008, Alfredo Daza fue el primer barítono de la Staatsoper Unter den Linden en Berlín, que es la principal casa de ópera de Alemania.
Durante más de 25 años de carrera, Daza se ha presentado en temporadas de ópera y conciertos en prestigiosos escenarios como el “Festtage” berlinés y el festival de la Glyndebourne, Lucerno o St. Gallen, como las más importantes casas de ópera de Alemania, entre las que destacan, además de Berlín, la Staatsoper Hamburg, Staatsoper Stuttgart y Oper Cologne, además del Teatro dell´Opera di Roma, el Teatro Verdi de Trieste, la Washington National Opera, el Gran Teatre del Liceu de Barcelona, Teatro Colón de Buenos Aires, entre otros.
En 2018 se convirtió en el primer cantante en la historia del máximo recinto de México, el Palacio de Bellas Artes, en estelarizar dos roles protagónicos consecutivos con la Compañía Nacional de Ópera: Macbeth y Stankar de “Stiffelio”, ambos de Verdi.
Recientemente, Daza estrenó mundialmente el papel de Diego Rivera en el éxito contemporáneo “El último sueño de Frida y Diego” en las óperas de San Diego, San Francisco y Los Ángeles.