22 de marzo de 2021

 

Información No. 55

 

Monterrey, Nuevo León. El poder de la poesía y la narrativa para crear mundos y transmitir ideas y sentimientos se manifestó en la presentación de los libros Arco de histeria, el libro negro, de Esther M. García y Dinero para cruzar el pueblo de José Rodrigo Ramírez del Ángel, formaron hoy parte de las actividades de la Feria Universitaria del Libro UANLeer 2021.

 

El Arco de histeria, el libro negro, ganador del Premio Nacional de Poesía Carmen Alardín 2020, es un potente reclamo a la violencia a la que sistemáticamente se ha ejercido hacia las mujeres, a través de la historia y en la actualidad; y Dinero para cruzar el pueblo, Premio Nuevo León de Literatura 2020 aborda temáticas como la violencia y desarrollo sexual, el matrimonio, las adicciones, la infancia, la maternidad, la lucha de clases y la pertenencia.

 

La conducción de la actividad literaria estuvo a cargo de Gildardo González, Coordinador de Programas y Proyectos de Literatura del Consejo para la Cultura y las Artes de Nuevo León, con los cometarios de los jóvenes escritores Violeta Orozco, Bruno Javier y los autores.

 

 

Arco de histeria…

 

“Mis libros siempre has sido como este testimonial o confesional, han seguido esta tradición y los libros Mamá es un animal negro que va de largo por las alcobas blancas; La destrucción del padre y Arco de histeria, el libro negro, abundan en eso”, manifestó Esther M. García.

 

“Este libro lo empecé a gestar a raíz de la muerte de mi padre y de cómo él fue mi primer tutor literario y cómo pasé por varios tutores y cómo ves toda esta tradición, en donde no están insertas las mujeres y las propias mujeres que hay son las que se inscriben como las sombras, las locas, las histéricas”, expresó.

 

 “Arco de histeria, el libro negro, es acerca del cuerpo, también vulnerado por las enfermedades mentales, pero estas enfermedades no son propias realmente de origen fisiológico, sino externas, lo que la sociedad espera de una buena mujer, qué debe ser una mujer, y lo que no está enmarcado dentro de este parámetro vertical de lo que debe ser una buena mujer, pues es el desperdicio, la enfermedad, lo oscuro, lo, sucio y enmarcado también con estas violencias sexuales, de abusos y violaciones que se viven dentro de casa.

 

“Es esta trilogía de libros enmarca el tema del cuerpo, del cuerpo vulnerado, destruido, enfermo en varias de sus acepciones”, expuso.

 

Sobre Arco de histeria… Violeta Orozco comentó: Durante siglos las notas al margen de las grandes obras maestras fueron el único género literario al que podían acceder las mujeres, antes de su profesionalización como escritoras, ya muy tarde, dentro de la historia humana en el silgo 19; álbumes, compendio de citas recortadas, notas al pie de página, diarios y cartas enviadas desde manicomios, cárceles, hogares, donde la noche y día eran indistinguibles. La violencia consustancial a la conveniencia familiar, estructura desigual y jerarquizada que sostiene el edifico improbable de la locura femenina, una locura inducida por la violencia, en palabras de la autora: Toda familia es una enfermedad y el deber de todos miembros enfermos es sobrevivir”

 

“Son esos diarios negros, esta área marginal guía dolorosa la que podemos encontrar en Arco de histeria, el poemario más reciente de Esther M. García, digno sucesor a la estética gótica de los libros anteriores de esta escritora.

 

Dinero para cruzar el pueblo

 

“En la novela creo dos ciudades muy basadas en donde crecí, yo nací en el Puerto de Veracruz y llevo 16 años viviendo en Nuevo León y sentía, cuando estaba tratando de escribir algún personaje o alguna situación, que hacía falta un espacio geográfico donde pudiera desarrollar los personajes o las situaciones y que de una manera que me fuera natural”, manifestó José Rodrigo Ramírez del Ángel.

 

“Entonces empiezo a generar la idea de estas ciudades, muy basadas en las ciudades del Golfo de México, sobre todo en el estado de Veracruz, pero también de Tamaulipas, Campeche, Tabasco; todas tienen una esencia similar, el petróleo, el calor, el clima y la orografía.

 

“La forma o la sensación de cómo se vive en esas ciudades es lo que más reflejo en esa novela, desde cosas tan mundanas como el calor, el clima, la orografía, pero también cómo las sociedades en estas ciudades están divididas por el racismo  y clasismo, el concepto de estar en la periferia de las ciudades más importantes, y políticos que vienen a visitarlas como si fuera un favor, toda esa sensación de poca importancia que pueden sentirse, es lo más autobiográfico que encuentro en esa novela”, expresó.

 

Por su parte Bruno Javier comentó sobre Dinero para cruzar el pueblo.

 

“El autor nos lleva circunstancialmente a experimentar diferentes amores, muestra la realidad del concepto desde lo ficticio; una madre abandona a su único hijo, algunos lectores pudieran pensarlo como un acto de egoísmo absoluto, otros como un acto de innegable amor, dependiendo de la situación y de la perspectiva. Los personajes, incluso el mayor de los malvados en la novela, son difícilmente enjuiciables; el trabajo de la perspectiva y el manejo de las situaciones es lo me parece la mayor maestría de la novela.

 

“La novela explora sin miramientos las situaciones contemporáneas en las que sometemos o llevamos al límite al amor, el amor al prójimo, al romántico, por convecina, por lealtad, materno, el más puro, desinteresado o verdadero. Los personajes son vedados de las normas tradicionales de la familia nuclear, de las buenas costumbres, y les queda vivir en la periferia de lo que alguna vez pareció normal”, indicó.

 

Video de la transmisión:

 

https://www.facebook.com/CasaLibroUANL/videos/758387668154327